El préstamo para la regalía

El préstamo para la regalía

El préstamo para la regalía

La capacidad de planificar las inversiones públicas es una condición fundamental. Esta la deben exhibir de manera inquebrantable todas las instituciones del Estado.

Eso incluye al Gobierno central, así como los ayuntamientos, juntas municipales e instituciones autónomas.

Esa capacidad de planificar debe transparentarse en el Presupuesto general de la nación, que envía el Poder Ejecutivo, y que oportunamente conoce y aprueba, muchas veces sin la molestia de leerlo concienzudamente, el Congreso Nacional.

Hace poco la Cámara de Diputados aprobó en dos lecturas consecutivas un singular proyecto de ley. La pieza que se discutió y se envió a la Cámara del Senado autoriza al Banco de Reservas a conceder un préstamo por RD$1,200 millones a los ayuntamientos, juntas municipales e instituciones autónomas. ¿Con qué propósito? Esa impresionante suma de dinero será invertida en la regalía pascual de los empleados de dichas instituciones.

Esa operación, por sí sola, pone en evidencia la falta de planificación y, sobre todo, de previsión de las autoridades económicas del país. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que no tomaron las medidas de lugar de incluir el año pasado dichas partidas en el presupuesto, con el fin de no hacer un préstamo tan cuantioso, y con la celeridad como se pretende hacer.

Entendemos que los empleados públicos merecen recibir una gratificación navideña, pero debemos tomar en cuenta estas partidas con tiempo, a la hora de hacer el Presupuesto del Estado; y no hacer operaciones de préstamos al vapor, sin tiempo para ver y examinar los detalles que deben poner de manifiesto un verdadero ejercicio de transparencia por parte de las autoridades envueltas.



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