El presidente electo sigue recibiendo visitas y felicitaciones. Muchos han de haberse precipitado por ser los primeros y otros estarán a la espera de que pase la presión del alud para enviar o llevar las suyas.
La política, desde el punto de vista de los partidos, es así, los que se envuelven en ella tienen a veces una aspiración colectivista y otros una ambición que los mueve y que espera encontrar satisfacción en un nombramiento en la administración pública. El candidato presidencial tenía noticias de que esto es así; el presidente electo lo sabe, y está enterado porque lo está viviendo.
Para gobernar a la nación dominicana deberá estar bien acompañado y ojalá que deje pasar las felicitaciones por el cumpleaños para que pueda tomar decisiones al margen de cualquier efusividad de carácter personal. A propósito: ¡Felicidades, señor presidente electo. Dios le provea de sabiduría y buenos acompañantes en el trabajo que le espera!
¡Y el tapón!
El tapón que provoca el presidente Danilo Medina en sus desplazamientos entre Los Cacicazgos y el Palacio Nacional es insufrible. Cuando deje el “carguito”, como lo bautizó el presidente Hipólito Mejía, descansarán los que tienen que atravesar “la ruta del Presidente”. Ahora les tocará ese cajuilito a otros, al norte del Polígono Central de la Capital: el señor Abinader vive en el Esanche Paraíso. ¿Por qué no los hacemos inquilinos de Palacio?