A Santiago siempre se le ha reconocido, con razón, como la capital del Cibao. La influencia política y económica de esta urbe no se discute al punto de que de entre sus munícipes han salido tres de los presidentes constitucionales elegidos después de la muerte de Trujillo (Joaquín Balaguer, Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco).
Para dejar constancia de su arraigo, el actual gobierno (encabezado por un capitaleño con orígenes en Santiago) está instalando una casa presidencial en esa ciudad y el presidente Luis Abinader pasó Nochebuena allá junto a su familia.
La lucha por Santiago
El comentario anterior sirve para augurar una incruenta batalla política en Santiago —pero batalla al y al cabo— para las próximas elecciones, si se toma en consideración que el candidato del principal partido de la oposición, Abel Martínez, es el actual alcalde de Santiago y en sus funciones municipales disfruta de una gran aceptación.
Sin embargo, el oficialismo se fortalece en Santiago con la salida del PLD de Julio César Valentín, quien al parecer hará causa común con el los del PRM.