Al caer la semana pasada un conductor andaba en un flamante carro marca Porsche con un relumbrante color amarillo violando varias leyes de tránsito y concluye con una acción que puede ser tipificada hasta como intento de asesinato.
Se observa en un video a un agente de la Dirección General de Seguridad del Tránsito Terrestre (DIGESETT) amonestando al conductor y comunicándose con sus superiores a través de una radio.
En ese momento el conductor acelera el vehículo en dirección hacia donde está el agente, quien no resultó lastimado porque se movió con rapidez.
Tenemos la presunción de que en el país no hay muchos carros marca Porsche de color amarillo claro.
También se supone que todos los vehículos están registrados en la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) por lo que no debe ser difícil identificar al menos el propietario y a través de él saber quién estaban conduciendo esa noche.
Imaginamos que la DIGESETT y la Policía Nacional habrán hecho esas indagatorias para dar con el autor de ese hecho y hacerlo que responda conforme establecen las leyes vigentes.
Dejar ese hecho como una anécdota más de las acciones de los desaprensivos de la avenida Abraham Lincoln se convertirá en una vergüenza para los agentes de la DIGESETT y un descrédito para el principio de autoridad y respeto a las leyes.
