*Por: Abed-nego Paulino
Santo Domingo.– El COVID-19 ha hecho mella esta Semana Santa. Los balnearios y campos que se embellecían como framboyán en primavera ya no estarán tan lúcidos, el estado de emergencia nacional decretado a causa de la pandemia le ha dado un giro de casi 360 grados a esta época del año.
Empero, esto no ha afectado el paladar y gastronomía de la mayoría de los dominicanos en esta Cuaresma, pues a pesar del distanciamiento social y la prohibición del desplazamiento hacia el interior, ríos o playas, los quisqueyanos mantendrán otras tradiciones, entre la que destaca degustar las tradicionales habichuelas con dulces.
“La cuarentena u otra situación que tengamos en el país no elimina una costumbre, lo que puede suceder es que esa costumbre se transforme… Todo depende de los establecimientos comerciales y el ingenio del dominicano. Hay personas que las han hecho con habichuelas en latas y si no hay leche, le agregan otra fórmula”, dijo a EL DÍA Xiomarita Pérez, analista y crítica de hechos folklóricos.
También son consumidos en la pascua el chacá, las habas con dulce, el arroz con leche, los buñuelos y la jalea de batata.
Al consultados sobre si los dominicanos mantendrán la tradición de cocinar y comer las habichuelas con dulces en este llamado de emergencia nacional o cuarentena, la generalidad de los encuestados opinan que sí.
“¡Sí, claro que sí! Pues las habichuelas con dulce es una tradición familiar y en cuarentena estamos más en familia que nunca. Aquí continuamos viviendo la tradición más que antes, pues la familia participa con gran alegría en cada actividad propia de Semana Santa”, explicó Cándida Adón Vidal (Deyanira), residente en Guanuma, Monte Plata.
En tanto, hay quienes las hacen más allá de lo cultural sólo porque les encantan.
“En mi casa estamos haciendo hoy habichuelas con dulce; sin importar la temporada siempre se hace, porque a mi esposa le gusta mucho. Con decir que en lo que va de cuarentena, con la de hoy ya van tres veces”, dijo Héctor Mateo, quien vive en el Distrito Nacional y es padre de dos niñas.
Mientras que otros, la cuarentena y falta de recurso no les permiten mantener la costumbre y degustar el épico plato.
“¡No ombe! Con este encierre que uno tiene ya perdimos la noción del tiempo. A veces se me olvidan los días; no sé si es sábado o domingo, ya para mí todos los días son iguales”, expresó Jhovanni Paulino, padre de cuatro hijos, residente en Sabana Perdida.
Postre en Cuaresma
Pérez sostiene que las tradiciones habichuelas con dulces son un postre de Cuaresma y antes era más común elaborarlas con leche de coco y leche de vaca.
Dice que se servía como plato, principalmente en la cena y a cada miembro de la familia le tocaba un recipiente o jarro grande, con el objetivo de que las administrara, si quería repetir. No se guardaba más de un día sino que se repartía en el vecindario, porque si se elaboraba con la leche de coco, por la ausencia de energía eléctrica o de un refrigerador, se ponía rancia.
“Algunas personas no le echan batata a este rico postre porque le da `jervores´ -en el Sur-, ´jervedero´ -en el Cibao-, acidez. Cuando lleva batata, los adultos mayores le agregan un pedacito de jengibre, para que equilibre con los granos de habichuelas y la batata”, argumenta la experta.
Posibles orígenes del término “habichuelas con dulce”
La especialista Xiomarita Pérez indica que el único investigador que hasta la actualidad ha estudiado el posible origen de este plato de Cuaresma, es el sociólogo José Guerrero, quien en el 2002 escribió un artículo donde expresa que es un plato exclusivo de nuestro país, con variantes regionales.
Según el sociólogo, en el suroeste le llaman Condolia, nombre de origen incierto, que podría venir del créol o del latín «condumio» que se refiere a un manjar que se come con otro, en tanto que para Juan B. Nina, viene de «Condolea», nombre que se le da a las habichuelas con dulce en otras regiones del mundo.
Mientras que Xiomarita entiende que “condolio” o “condolia” podría venir del término “condolencia”, que es el dolor que compartimos por la muerte de un ser querido, en este caso la muerte de Jesucristo.
En algunas regiones le dicen frijoles con dulce, en otras habichuelas con dulce. En el Sur también elaboran habas con dulce y las personas ancianas de Villa Jaragua y parte del Sur profundo le dicen a este postre condolio o condolia.