Practicar la manifestación consciente tiene poder. Yo la veo todo el tiempo y sin lugar a dudas tú también. Hay quienes dicen no ver el poder de sus manifestaciones, aseguran no saber manifestar, las cosas no le salen bien.
En ese justo momento están manifestados.
Lo que piensas, lo que dices es lo que atraes. Pueden ser cosas tan sencillas como lo que me pasó ayer mientras limpiaba mi cocina, dije: —Voy a botar el escurridor de platos; está oxidado, luce feo y hace lucir la cocina descuidada—; unos minutos después se resbaló y empujo las copas.
Dos de ellas se rompieron. ¿Qué piensas: fue una coincidencia o una manifestación?
Hace algún tiempo una jovencita universitaria le pidió a un grupo de compañeros que la pasearan en sus motocicletas.
Al final de la noche cuando uno de ellos se retiraba a su casa, ella le pidió la última vuelta. Mientras viajaban en la motocicleta la chica dijo: “Estoy tan feliz que me puedo morir hoy”. Minutos después la motocicleta se estrelló contra un carro; la joven mujer murió instantáneamente.
¿Qué piensas, fue una coincidencia o una manifestación?
Hay días que te levantas y dices: va a ser un mal día, me levanté con el pie izquierdo, odio cuando… justamente te pasan cosas desagradables en días que haz hecho el pronóstico. No son coincidencias, tú las atraes a tu vida.
De la misma manera puedes atraer lo bueno, la abundancia, lo que deseas; la clave está en reentrenar tu subconsciente. Poco a poco, empezarás a ver los cambios.
Por ejemplo, repite varias veces al día: hoy es un día grandioso, cargado de oportunidades que llegan a mí, estoy abiert@ a recibir en gratitud.
Empieza con una frase; progresivamente saldrán automáticas en tu accionar.
Tu vida se transformará.