El PLD ha perdido las elecciones de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP).
Esa derrota, o mejor dicho, el triunfo de la oposición, es el resultado de dos hechos fundamentales que hay que proyectar al plano político nacional, cuáles son:
1.-El magisterio se hartó de la representación peledeísta en su sindicato. Este hartazgo va más allá de las inconsecuencias de Eduardo Hidalgo, y toca a la mala política del gobierno en educación que el peledeísmo en el sindicato no quiso enfrentar.
La derrota de Hidalgo en la ADP es una derrota del gobierno.
2.-La unidad, principalmente de dos corrientes, la Corriente del PRM, José Francisco Peña Gómez, y la Corriente Juan Pablo Duarte, que en realidad es un frente amplio en el que activan maestros de diversas tendencias políticas, algunos sin militancia; y que es principalmente animada por el PCT.
Esa unidad correspondió a un deseo del magisterio y se hizo en el momento oportuno. Es así que esa unidad tuvo un efecto multiplicador, hizo ver al magisterio que era posible derrotar al gobierno, y cada voto unitario se multiplicó por dos y hasta por tres.
Es de destacar la coherencia y el desprendimiento del compañero Juan Núñez y de la Corriente Magisterial Juan Pablo Duarte, y el papel de María Teresa Cabrera, como armadora de unidad, que siempre fueron abanderados de la necesidad de la coalición, y fueron consecuentes con su discurso y práctica. Tocaron puertas y conciencias a todos los niveles, para crear avenidas de relaciones que hicieran posible el entendimiento.
Declinaron posiciones en favor de la unidad, actitud sin la cual es imposible lograr acuerdos.
Xiomara Guante y sus compañeros de corriente en el PRM, principales ganadores de la contienda, también trabajaron para concretar la unidad. Xiomara Guante era la mejor habilitada para convertirse en el centro de la unidad, y se comportó de manera adecuada para facilitarlo.
Aquí hay una experiencia que debe ser reflexionada y de la que salen enseñanzas a generalizar.
La unidad triunfa, pero hay que construirla, con las mentes y las manos que la comprenden y son diligentes.
Hay que aprender de cada experiencia.