Las organizaciones y agrupaciones políticas son importantes para la salud de la democracia, por eso son parte del ordenamiento constitucional dominicano. En la actualidad disfrutamos de un sistema de partidos fuerte, uno de los más estables en América Latina.
Los partidos, como toda institución, atraviesan por etapas distintas por ser entes dinámicos.
Uno de esos partidos importantes del país es el de la Liberación Dominicana, que fue fundado en 1973 y luego de varios procesos logró convertirse en uno de los más influyentes del sistema político y actor fundamental del regimen democrático.
Luego de la salida de una de sus principales figuras en su etapa post-Juan Bosch, le ha tocado a su actual dirigencia conducirlo y guiarlo por procesos internos notables, como han sido la renovación de su Comité Central y de su Comité Político.
Ahora pasa por el procedimiento de escoger al que presentará como su candidato presidencial en un proceso que, aunque no vinculante por estar fuera de los plazos de ley, mostró la clara preferencia de su militancia.
Haber celebrado este esfuerzo sin traumas, con resultados claros, fortalece la institucionalidad y al sistema de partidos en su conjunto, que equivale a decir que se fortalece la democracia.
