El perro huevero jamás recula

El perro huevero jamás recula

El perro huevero jamás recula

Hugo López Morrobel

Es increíble que después de tantos tropiezos, a estas altura del juego, todavía peloteros dominicanos crean que se pueden salir con las suyas, y burlar el estricto control antidopaje que desde hace más de dos décadas tiene en operación las Grandes Ligas.

No es posible que esos jóvenes prospectos y hasta muchos instalados en las mayores, no hayan asimilado las tristes experiencias de muchos de sus compatriotas.

Siempre se ha dicho que el dominicano se cree ser el más astuto sobre la tierra, y que ante esa creencia, buscan jugar con la inteligencia de los demás, que a su parecer son “tontos, estúpidos, tarados y anormales”.

El último jugador dominicano que se creía un súperman y que podría el control de sustancias prohibidas, fue el lanzador relevista Edgar Santana de los Piratas, quien lamentablemente, se perderá la abreviada temporada 2020.

Salir positivo a la Boldenona, tiene una suspensión automática de 80 juegos, es decir, que como la temporada 2020 será de apenas 60, entonces tendría que esperar la realización de 20 partidos de la de 2021.

Es probable que con 29 de edad, sus servicios no le sigan interesando a los Piratas o a otros equipos, porque también tiene el agravante de que no lanzó en 2019 al ser sometido a una cirugía reconstructiva del codo derecho en 2018.

Este no es el primero ni será el último, porque es conocido por todo el que está ligado al mundillo del béisbol dominicano, que en un elevado por ciento, son los mismos buscatalentos y entrenadores que lo instan a ingerir ese tipo sustancia, para un mayor desarrollo muscular en el menor tiempo posible.



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