La labor periodística tiene mayor relevancia social en tiempos de crisis, pues la prensa tiene un compromiso fundamental con la búsqueda del bien común.

En esta oportunidad, los medios periodísticos y los profesionales del periodismo tienen la gran responsabilidad de convertirse en vacuna efectiva contra el expandido virus de la desinformación.

Así como en los tiempos de guerra un grupo de periodistas arriesga sus vidas para mostrarle a la humanidad lo que ocurre durante los conflictos bélicos, el país y el mundo viven una situación en la que necesitan información certera servida con el rigor que demanda el correcto ejercicio del periodismo.

El periodismo no entra en cuarentena ni en toque de queda, pues enfrenta la responsabilidad de escribir el primer borrador para la historia del momento crítico que vivimos.

Pero al igual que el corresponsal de guerra, la cobertura de esta crisis sanitaria requiere respetar medidas de prevención para cumplir el sagrado rol de informar disminuyendo los riesgos a su mínima expresión.

Hoy se demanda de periodistas valientes, profesionales, cuidadosos y comprometidos con el oficio que abrazaron. El apego a las técnicas del periodismo son la vacuna contra el virus de la desinformación