El presidente Luis Abinader tendrá que lidiar de manera simultánea con varias crisis. Las principales de ellas serán la sanitaria y la económica.
Pero se le han venido agregando otras que pudieran convertirse en crisis políticas o que dificultarían enfrentar las situaciones más relevantes.
Estamos convencidos de que para el presidente Danilo Medina resulta frustrante terminar su mandato en medio de una crisis sanitaria y económica provocadas por la pandemia del coronavirus.
Con esos males son suficientes. No se necesita sumar otros más, por eso luce correcto el planteamiento de las próximas autoridades de que durante la transición se eviten decisiones que comprometan el futuro de las finanzas públicas o que dificulten promesas de quienes asumirán el 16 de agosto.
Por supuesto que no creemos que las autoridades próximas se refieran a decisiones que tengan que ver con enfrentar la pandemia, pues resultados de las próximas semanas serán como consecuencia de decisiones que se tomen o se dejen de tomar ahora.
Reiteramos el llamado a la prudencia en este periodo, pues el país lo que menos necesita son distracciones y mucho menos señales de aletazos de último minuto, sean públicos o privados.
