
En medio de una coyuntura marcada por tensiones geopolíticas, inflación persistente y volatilidad en los mercados financieros, el oro ha reafirmado su papel como activo refugio por excelencia.
En octubre de 2025, el precio del oro alcanzó un récord histórico de 4 mil dólares por onza, reflejando un crecimiento alrededor del 49 % en lo que va del año. Este ascenso meteórico responde a factores como el cierre parcial del Gobierno estadounidense y la incertidumbre sobre las tasas de interés, que han sacudido la confianza de los inversionistas.
Históricamente, el oro ha sido considerado una reserva de valor en tiempos de crisis. Su carácter tangible, escaso y universalmente aceptado lo convierte en una opción atractiva cuando otros activos pierden estabilidad. En América Latina, el oro ha ganado protagonismo como protección frente a la depreciación de monedas nacionales y la inflación.
Para la economía dominicana, que ha mostrado señales de desaceleración, afectada por la disminución del crédito y la caída en sectores como la construcción y el comercio, el oro emerge como un pilar contracíclico, amortiguando los efectos negativos del ciclo económico y aportando dinamismo en medio de la incertidumbre.
Por otra parte, el oro no depende de la solvencia de Gobiernos o instituciones financieras, lo que lo hace especialmente valioso en contextos de desconfianza sistémica. A diferencia de las acciones o bonos, su valor no está vinculado directamente al desempeño económico de una empresa o país, sino a la percepción global de seguridad.
Sin embargo, es importante señalar que el oro no está exento de riesgos. Su precio puede fluctuar por factores especulativos, cambios en la demanda industrial o decisiones de bancos centrales. Además, no genera rendimientos como los dividendos o intereses, lo que puede limitar su atractivo en períodos de estabilidad económica.
Por último, el oro mantiene su estatus como activo refugio seguro, especialmente en momentos de alta incertidumbre, como el actual. Aunque no es una solución mágica, su fortaleza le da impulso a nuestra economía frente a los vaivenes del mercado global.
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Antonio Ciriaco Cruz
Dr. Antonio Ciriaco Cruz, economista. Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD. Columnista de El Día.