El Día 
El administrador de la Corporación de Electricidad, Celso Marranzini, animado por haber cumplido su promesa de cero apagones durante los días de Nochebuena y Navidad, exhibe un justificado optimismo que todos debemos apoyar y compartir.
La verdad es que hacía tiempo que no disfrutábamos del servicio eléctrico sin interrupciones. Ello es plausible y debemos reconocerle el crédito a quienes hicieron posible las noches sin apagones.
El entusiasmo de Celso lo lleva a imponerse metas mucho más difíciles y ahora asegura que, si cuenta con la cooperación de los usuarios (y del Gobierno, agrego yo), podría darnos electricidad continua durante los 365 días del año.
¿Cómo sumarnos a ese objetivo tan deseado? Pagando la luz a tiempo, no robándola y consumiendo lo estrictamente necesario.
El optimismo de Celso es prometedor, pero arriesgado. Por eso, él no puede materializarlo solo. Contagiémonos, pues.
