El olvido intencional, en nuestro país, es uno de los recursos más utilizados por mucha gente que tiene que dar explicaciones y solucionar casos de interés común, pero prefieren “sacarles los pies” y hacerse de la vista gorda, conscientes de que es mejor hacerse los ‘chivos locos’, antes de ejercer a plenitud las funciones para las que fueron designados.

Ese “olvido” es la forma más conveniente para no tocar ni con el pétalo de una rosa intereses que puedan generar situaciones desagradables a sus jefes y patrocinadores.

La situación del complejo deportivo La Barranquita en Santiago es el mejor ejemplo de la efectividad del “olvido”.

Una muestra de los beneficios que para muchos representa el “olvido”, está enmarcado en los predios de la Procuraduría General de la República, donde hace más de cuatro años se sometió un expediente para rescatar millones de metros cuadrados que le cercenaron a esa instalación, sin embargo, apelando a la “desmemoria”, hasta la fecha no se ha dicho “ni esta boca es mía”. ¡Cuánta irresponsabilidad!

Debo recordar, a los que ven el transcurrir del tiempo como la forma más cómoda de “zafarse” de responsabilidades, que existen tratamientos de diversos tipos para evitar el ‘olvido’.

Muchos consideran que este es un pueblo con amnesia, donde se posterguen sus problemas fundamentales “sin ton ni son”, sin ninguna justificación, y eso debe cambiar.

El flamante procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, tiene en sus manos ese expediente, pero al parecer el rescate de esos terrenos, patrimonio de todos los dominicanos, importa muy poco.

Habrá que pedir al Todopoderoso que le aclare la mente, para que el “olvido” no sea óbice del rescate de los terrenos esa propiedad.