Italia volvió a crecer en 2015 tras salir de la depresión económica más prolongada desde la Segunda Guerra Mundial, y el primer ministro Renzi reducirá impuestos sobre propiedades y reembolsará impuestos a los trabajadores con los sueldos más bajos para impulsar la demanda local.
El progreso en la tercera economía más grande del bloque monetario viene rengueando por los niveles vertiginosamente altos de deuda gubernamental y las montañas de préstamos incobrables que afectan a los bancos del país.
