El negocio de la música y la reforma fiscal

El negocio de la música y la reforma fiscal

El negocio de la música y la reforma fiscal

Raphy D'Oleo, empresario artístico

El fin de año, como siempre ha sido, disfrutaremos la temporada navideña a plenitud, pero al doblar la esquina con el nuevo año, dos cosas van a complicar el negocio de la música, las que propiciarán una etapa difícil para las presentaciones artísticas: la resaca natural de comienzo de año y la aplicación de la reforma fiscal en el ámbito de la diversión.

El proyecto de Ley de Modernización Fiscal va a provocar una espiral imparable en los precios de las bebidas alcohólicas y los costos operativos de los lugares de diversión, ahuyentando al público de los grandes escenarios, lo que traerá una crítica situación de rentabilidad en el negocio de la música.

Cuando se trate de productos del alcohol, bebidas alcohólicas y cervezas, el monto del impuesto selectivo al consumo específico a ser pagados por litro de alcohol absoluto será de RD840.00, o sea RD244.60 más que el ultimo aplicado en el 2017, y en adición a este, pagará un impuesto selectivo al consumo del once por ciento (11.0%) sobre el precio al por menor de dichos productos

Veamos estos ejemplos:
PRODUCTOS                        PRECIO        MONTO           ISC            TOTAL
BRUGAL EXTRA VIEJO    1,550.00        244.60              170.50        1,970.10
CHIVAS REGAL                   2,100.00       244.60               231.00        2,575.60
CERVEZA PRESIDENTE   195.00              24.46                  21.45        240.91

Todo esto nos lleva a una reingeniería del mercadeo artístico para hacer posible la rentabilidad del show bussines. Insisto en la aplicación de un ¨joint venture¨ entre artistas y empresarios. El ¨Joint Venture¨ es una asociación estratégica temporal de corto o mediano plazo, en una alianza de personas o grupos de empresas que mantienen su individualidad e independencia jurídica, pero que actúan unidas bajo una misma dirección y normas, para llevar adelante una operación de beneficio común.

Los artistas tendrán un formato dual de venta: uno para contrataciones generales y otro para actividades populares. En el primero, la tarifa sería la que cada quien considere pertinente. En el segundo, artistas y empresarios reducirían en igualdad de porcentajes las tarifas de las agrupaciones, el derecho de admisión y los precios de las bebidas.

Lo que viene a partir de enero es complicado y los actores del show business debemos estar preparados para enfrentar esa realidad que nos depara el destino. La sociedad completa va a sufrir los embates de esa reforma fiscal, pero la diversión lo va a sentir más que todas las otras áreas.



El Día

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