Naciones Unidas.- En su discurso al inaugurar la sesión, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió ayer los líderes que el mundo nunca ha estado más amenazado y dividido y que “enfrentamos la mayor cascada de crisis de nuestra vida”.
“Estamos al borde de un abismo y avanzamos en la dirección equivocada”, dijo.
Guterres señaló las “enormes desigualdades evidentes” provocadas por la pandemia de Covid-19, las campanas de alarma climática “sonando en un punto álgido”, los trastornos de Afganistán a Etiopía y Yemen que frustran la paz mundial, una oleada de desconfianza y desinformación que “polariza a las personas y paraliza a las sociedades”, y los derechos humanos bajo fuego.
En tanto, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dijo en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU ayer que el mundo se encuentra en un “punto de inflexión en la historia” y debe actuar rápida y cooperativamente para enfrentar los problemas de la pandemia de covid-19, el cambio climático y los abusos a los derechos humanos.
Además, prometió que pondrá “bajo control” la situación en la frontera con México, que han cruzado en los últimos días miles de migrantes, en su mayoría haitianos, devueltos hacia su país.
Asistentes en la sala
— Participación
Este año, la Organización de las Naciones Unidas ofreció a los mandatarios la opción de viajar a Nueva York o intervenir en línea y más de 100 jefes de Estado y de gobierno confirmaron que participarán de manera física.