Las autoridades monetarias hacen un gran esfuerzo por mantener controlada la tasa del dólar, o que por lo menos no tenga movimientos bruscos.
Hay que reconocer que la economía dominicana está produciendo pocas divisas por el cierre de la actividad turística, la reducción de las importaciones y la merma de las remesas.
Pero el dólar sigue fluyendo, aunque sea en menor dimensión. Varios préstamos internacionales han sido desembolsados y esos son dólares que han entrado a la economía, aunque no en los montos suficientes como para contener la depreciación del peso.
La intranquilidad también pone presión a la cotización del dólar y en la actualidad hay mucha intranquilidad. No se puede hablar de reanimación de la economía sin inyectarle confianza a los actores económicos, incluyendo al consumidor.
Las mascarillas
Por un momento la mascarilla se convirtió en un producto escaso y sus precios aumentaron a niveles exagerados.
Aprovechando esa coyuntura, mucha gente empezó a importar mascarillas desde China y a ganarse amplios márgenes. Sin embargo, esa realidad ha ido variando porque el mercado ha sido saturado y nuchos podrían quedarse con el moño hecho.
