Santo Domingo – El Ministro de Vivienda y Edificaciones (Mived), Carlos Bonilla, entregó este sábado la primera fase, integrada por dos cuadrantes, del nuevo Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Las Parras.
En este recinto serán trasladados 2,400 privados de libertad y actualmente se encuentran 300 internos, entre ellos tres preventivos y los demás cumpliendo condenas.
El nuevo recinto, ubicado en San Antonio de Guerra, fue recibido por el director de los Servicios Penitenciarios, Correccionales y Rehabilitación, Roberto Santana, quien explicó que el centro carcelario inició sus operaciones con personal multidisciplinario especializado, compuesto por civiles formados durante ocho meses bajo una doctrina basada en el “cero ocio”, la educación y el trabajo.

“Este no es un centro vacacional, sino un centro de sanción social donde habrá rehabilitación y reinserción”, manifestó el director de prisiones.
Santana aseguró que este recinto permitirá descongestionar el sistema penitenciario de la República Dominicana, especialmente el viejo penal de La Victoria, uno de los más sobrepoblados de la historia del país, situación que durante años ha afectado a las cárceles dominicanas.
Tecnología moderna y estructura segura
El CCR Las Parras cuenta con unas 500 cámaras de seguridad, un diseño estructural con verjas perimetrales, bloques cerrados, torres de vigilancia y un centro de control y monitoreo interno. También dispone de celdas especiales como las de observación, reflexión y máxima seguridad.
- Celdas de observación: destinadas a personas que por primera vez cometen un delito, para su proceso de adaptación, que durará entre 10 y 30 días. Cada celda está habilitada para un solo privado de libertad e incluye cama, baño y ducha.
- Celdas de reflexión: para internos que cometan acciones no permitidas dentro del recinto, como peleas u otras faltas. La permanencia dependerá de la gravedad del hecho. Son celdas individuales, también equipadas con cama, baño y ducha.
- Celdas de máxima seguridad: para privados de libertad implicados en crimen organizado o extraditables. Igualmente son individuales y cuentan con cama, baño y ducha.
- En tanto, las celdas normales están habilitada para dos, tres y hasta cinco privados de libertad, que cuentan cada una con un baños cerrados mientras que el cuadrantes de las celdas cuenta con más de nueves duchas de baño para los internos.
El recinto está organizado en cuadrantes independientes, entre ellos los bloques A1 y A5, ya equipados y listos para recibir internos de manera gradual y ordenada.
Autoridades destacan importancia del nuevo centro
El ministro Bonilla destacó que la puesta en marcha de esta primera etapa representa “un paso muy importante hacia la transformación del sistema penitenciario dominicano”. Señaló que, al asumir el proyecto, el ministerio encontró retos de ejecución y planificación, los cuales fueron solucionados para garantizar una infraestructura segura y funcional.

Por su parte, el presidente de la Comisión para el Seguimiento del Plan de Reforma Penitenciaria, Jorge Subero Isa, recordó que esta entrega corresponde solo a una parte del proyecto total y afirmó que continuarán colaborando con el Mived para completar los estudios y procesos pendientes.
Asimismo, llamó a cuidar esta obra, al advertir que “hoy estamos en libertad, pero no sabemos si cinco minutos después de salir de aquí estamos privados de libertad y somos habitantes posiblemente de este recinto”.
Seguridad reforzada y personal especializado
La seguridad del centro se apoya en un sistema moderno de monitoreo, controles de acceso automatizados, videovigilancia, sensores y áreas destinadas a fuerzas especiales para responder a emergencias.
También cuenta con un equipo canino K9, además de los agentes penitenciarios, todos civiles formados por un equipo multidisciplinario especializado.

Para ser miembro deben cumplir requisitos estrictos, entre ellos no haber pertenecido a la Policía ni a instituciones militares.
El complejo dispone de un edificio administrativo, zonas de registro como el acceso ECO 1 y protocolos rigurosos para la entrada de personal y visitantes.
Áreas educativas, deportivas y de reinserción social
El centro cuenta con aulas educativas, talleres de costura, espacios de reflexión, iglesias y una sala de audiencias interna que permitirá realizar procesos judiciales sin traslados de alto riesgo, facilitando la reinserción social de los privados de libertad.
Además de las celdas especiales, dispone de áreas para visitas infantiles y conyugales, supervisadas y diseñadas para promover el vínculo familiar.
El complejo incluye canchas deportivas, un play de softball y zonas comunes que forman parte de los programas de disciplina y actividad física del modelo correccional.
Infraestructura sanitaria y logística
El CCR Las Parras también cuenta con un dispensario médico, áreas de atención, cocina, comedor, cisterna y caseta de plantas eléctricas. Se suman una subestación eléctrica, un sistema de bombeo y acopio de agua, y una planta de tratamiento (PTAR) que garantiza condiciones sanitarias adecuadas.
Tribunal interno y tecnología para procesos virtuales
El Centro Correccional y Rehabilitación Las Parras dispone de un tribunal donde funcionarán dos salas: una para conocer las revisiones de medidas de coerción y otra para el Tribunal de la Ejecución de la Pena, responsable de solicitudes como libertades condicionales. También está habilitado con equipos tecnológicos para realizar procesos de manera virtual.

Esta información fue dada a conocer durante la entrega de la mega obra del nuevo CCR Las Parras, con una inversión que supera los 200 millones de pesos, y cuya primera etapa representa más del 50 % de ese presupuesto.
En la actividad estuvieron presentes la gobernadora de Santo Domingo, Lucrecia Santana; el presidente del Indotel, Guido Gómez Mazara; el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa; el procurador adjunto Rodolfo Espiñeira; el director de la Oficina Nacional de Defensa Pública, Rodolfo Valentín; y el director general de ONESVIE, Leonardo Reyes Madera.
Con esta entrega, el CCR Las Parras se consolida como una pieza clave en la transformación penitenciaria de la República Dominicana, construyendo espacios dignos y seguros para las personas privadas de libertad y para el personal responsable de su custodia.