Es un episodio muy penoso el de los pacientes que acuden a los centros de salud en busca de servicios, y se encuentran con la mala noticia de que no serán atendidos porque los responsables de atenderles están en protesta.
Lamentablemente, ese método de hacer reclamos parece que es el único que funciona, no a todo el que lo utiliza, sino a quienes tienen el poder de paralizar servicios importantes como los de salud, educación o transporte.
Ahí funciona, aunque las comunidades también acuden al método de protesta para exigir a las autoridades, no siempre tiene resultados positivos, porque quizá tienen poco que ofrecer y pueden seguir esperando promesas de elecciones tras elecciones.
Paros contra los vulnerables
Lo peor de estos paros de los médicos, los profesores, transportistas o cualquiera de esa índole, es que afectan a los más vulnerables, y ahí deja de ser una manifestación contra el Gobierno o las aseguradoras de salud. No lo han entendido.