Santo Domingo.-Cada día la población descubre enfermedades que, aunque no se hable mucho de estas, están latentes y arropan cifras desconocidas en las estadísticas de salud.
Una afección compleja y que es una condición muy común, pero que se habla poco de esta es el linfedema o elefantiasis, que la padecen pacientes sobrevivientes de cáncer, y se caracteriza por inflamación o hinchazón con mayor frecuencia en un brazo o una pierna debido a una obstrucción en los canales linfáticos del organismo.
Shaidy Arriaga, CLT, especialista en manejo y tratamiento del linfedema y terapia física, explica que la enfermedad se clasifica en primario, que es causado por malformaciones congénitas o hereditarias en el sistema linfático, los síntomas podrían presentarse desde el nacimiento o desarrollarse en la pubertad.
Y en linfedema secundario, que es el más frecuente y puede ocurrir luego de cirugías con disección ganglionar, tales como mastectomías e histerectomías o en procedimientos como la radiación, por citar algunos casos.
Es importante luego de dichas cirugías que los pacientes conversen con su médico sobre esta condición y sean referidos a consulta de prevención con un especialista en linfedema.
Destaca que a pesar de que el linfedema es una condición muy común, hasta el momento el país no cuenta con estadísticas que ayuden a los especialistas a determinar la cantidad exacta de pacientes afectados, según sexo y la edad promedio.
Arriaga dijo que la línea de tratamiento a seguir, después de haber realizado el diagnóstico de linfedema en consulta de evaluación con examen físico previo, es la Terapia Descongestiva Completa, especializada para descongestionar la extremidad afectada, la cual consta de cuatro pasos: cuidado de la piel, drenaje linfático manual, vendajes multicapas y ejercicios descongestivos.
Luego de finalizada esta fase intensiva del tratamiento es de vital importancia educar a los pacientes a través del autotratamiento y dar seguimiento con consultas periódicas para garantizar el éxito de la terapia.
No tiene cura
“El linfedema no tiene cura, por eso es de vital importancia prevenirlo, ya que si no se trata a tiempo puede avanzar de etapa en etapa, porque una vez se extirpan los ganglios linfáticos en una cirugía estos no se regeneran, pero con educación al paciente y los cuidados de lugar por parte de un especialista en linfedema la condición es prevenible”, apuntó. Manifestó que este tratamiento podría resultar costoso para una familia, dependiendo la etapa en la que se encuentre el linfedema y las complicaciones que se puedan derivar del mismo.
Afirmó que en el Linfedema Care Center, centro donde labora, ha tenido extremidades que han pesado hasta 24-28 libras en promedio, el peso de un niño de 1 año. Interesados llamar al (829) 998-6188.
