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El liderazgo de Don Pepín Corripio

Tengo aproximadamente unos 10 años asistiendo a los premios de la Fundación Corripio en la que el empresario José Luis Corripio Estrada y su distinguida familia, reconocen el arte de las letras, del pensamiento y del voluntariado por el desarrollo de las comunidades carenciadas.

Pero observando como a don Pepín a la llegada a las puertas de la sala Eduardo Brito del Teatro Nacional, hay un avispero de ciudadanos comunes, intelectuales, periodistas, empresarios, políticos, dirigentes barriales, vecinales y de iglesias que lo buscan para saludarles, plantearles proyectos emprendedores o simplemente escuchar sus atinadas ideas sobre cómo marcha el país.

Su liderazgo a simple vista es sólido. No tiene desperdicio. Ni hablar de las personas que manifiestan sus deseos de siempre estar oyendo sus sabios planteamientos a todo tipo de personas: jóvenes universitarios, jóvenes empresarios y jóvenes políticos.

Posee ideas para todo público. Don José Luis es un libro vivo entre nosotros.

No es solo entre intelectuales que quieren escuchar sus palabras de esperanza, de propósitos en la vida, no. También están entre la ciudadanía de a pie, quienes muestran interés en sus planteamientos.

Recuerdo muy bien la visita al sector Mejoramiento Social de la Tercera Circunscripción del Distrito Nacional, allí compartió con 40 líderes mediadores comunitarios del Centro de Mediación Comunitario María Auxiliadora (CEMECOMA) y como oyente de escucha activa, mostró interés en sus planteamientos y a la vez, se puso a la orden para apoyarlos y acompañarlos.

Ese es Don Pepín, un hombre que todo ciudadano montado o de a pie, se acerca no para pedirle dinero, sino para estrecharlos a sus manos y con sus gestos y sonrisas, él motiva a quien lo saluda a visualizarse con la esperanza de una República Dominicana mejor.

He vivido varias experiencias con don Pepín Corripio. La última fue en la pasada entrega de los premios Fundación Corripio. Tanto antes de iniciar el acto como al finalizar, las salutaciones andaban por doquier.

Su liderazgo es impresionante. Es un hombre de miles de seguidores. Pero seguidores presenciales. Quienes les muestran sus afectos, admiración y respeto.

Gracias a Dios contamos con hombres como José Luis Corripio Estrada. El, es y serás, no solo es el ejemplo para la familia Corripio, sino para el pueblo dominicano. En donde el trabajo, el entusiasmo y la dedicación han indicado que son el éxito para los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos.

Ese liderazgo de Don Pepín, en mi caso, me ha ayudado a emprender proyectos que en sus altas y bajas, han sembrado esperanza, oportunidades para crecer como persona y desarrollo crítico y analítico del acontecer político, económico y más, en el ámbito social.

Creo Don Pepín, que los 25 años de la Coordinadora de Organizaciones Barriales Don Bosco (Codonbosco) y los 22 años del Centro de Educación para la Paz, Tolerancia y Desarrollo (Cepatode), hemos logrado con su acompañamiento, mucho más pero mucho más logros y aún estaremos en lucha, por el más oportunidades de nuestra ciudadanía.

Don José Luis Corripio Estrada y su familia, cuente con mi profundo agradecimiento, ya que su amistad me ha permitido crecer como persona y como promotor de la paz, como mediador de conflictos sociales y familiares, la convivencia, tolerancia y, como luchador permanente de los intereses de la ciudadanía carenciadas del país.

En la foto comparto con usted y el amigo mío y suyo, Leo Corporán, editor deportivo del periódico El Nacional.Mil gracias don Pepín por su sincera amistad. Alexis Rafael Peña, mediador y trabajador por una sociedad más justa y democrática.

El liderazgo de Don Pepín Corripio nos acompañe siempre. Gracias amigo empresario y amigo del barrio.

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Periodista, abogado y mediador certificado.

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