Washington.- El legendario exjugador de baloncesto Dikembe Mutombo ha fallecido este lunes a los 58 años debido a un cáncer cerebral que le fue diagnosticado hace dos años, según ha informado la NBA.
«Dikembe Mutombo era simplemente más grande que la vida misma. En la cancha, fue uno de los mejores bloqueadores de tiros y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, puso su corazón y alma en ayudar a los demás», expresó Adam Silver, comisionado de la liga, en un comunicado.
«El espíritu indomable de Dikembe continúa en aquellos a quienes ayudó e inspiró a lo largo de su extraordinaria vida», añadió.
Nacido en la República Democrática del Congo, Mutombo fue una de las figuras más destacadas de la NBA, tanto por su presencia imponente en la cancha como por su trabajo humanitario fuera de ella. A lo largo de sus 18 temporadas en la liga (1991-2009), Mutombo se ganó un lugar en la historia del baloncesto, siendo uno de los defensores más dominantes de su época.
Mutombo es el segundo jugador con más tapones en la historia de la NBA, con un total de 3.289, solo superado por el también pívot africano Hakeem Olajuwon (3.830).
A lo largo de su carrera, jugó para seis equipos: Denver Nuggets, Atlanta Hawks, Philadelphia 76ers, New Jersey Nets, New York Knicks y Houston Rockets.
Durante su trayectoria, fue seleccionado en ocho ocasiones para el All-Star y ganó el premio al Defensor del Año en cuatro oportunidades, consolidándose como una fuerza defensiva inigualable en la liga.
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En 2015, fue incluido en el Salón de la Fama del Baloncesto, un reconocimiento a su impacto en el deporte.
Más allá de sus logros en la cancha, Mutombo fue un defensor incansable de causas humanitarias.
Tras retirarse del baloncesto profesional, dedicó gran parte de su vida a proyectos caritativos en África, donde fundó el hospital Biamba Marie Mutombo en Kinshasa, una de sus iniciativas más reconocidas.
En octubre de 2022, Mutombo reveló que estaba luchando contra un tumor cerebral y que había comenzado un tratamiento para combatir la enfermedad.
Su legado trasciende los logros deportivos y su compromiso social seguirá inspirando a generaciones futuras.