La columna de la semana pasada versaba sobre el problema surgido en las tierras de Bahía de Las Águilas, felizmente al momento de escribir estas líneas el panorama de esos terrenos luce más esperanzador.
El presidente de la República, Danilo Medina, ha tomado el toro por los cuernos solicitando al máximo representante de la justicia, Mariano Germán, y a la dinámica y responsable fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice, que agilicen las acciones legales para concluir de una vez para siempre con la maraña jurídica que deliberadamente se tejió sobre tan bello destino.
La única explicación para la iniciativa original del señor presidente de autorizar un acuerdo transaccional es que como es costumbre solo le explicaron las cosas desde un punto de vista interesado, acción que se ha repetido durante numerosas gestiones de gobierno.
Muchas veces los ciudadanos pensamos que existe una deliberada disposición de quebrantar el bien común en provecho propio de parte de quienes nos gobiernan, sin reparar que el volumen de asuntos que trata un presidente de la República es tal que termina descansando y confiando en lo que sus asistentes, asesores, ministros, directores, etc. le aconsejan.
En todos los gabinetes existe gente buena, decente, comprometida con el bien común y también corruptos empedernidos, más aún, insuflados por años de impunidad.
En pocos días, Danilo Medina deberá dirigirse al país con motivo del 27 de Febrero, día de la Independencia, esta es una oportunidad de oro para que a seis meses de gestión, a través de sus palabras, ratifique cuales son los principios que delimitan su mandato.
Pero como dice el dicho de que las palabras deben ir acompañadas de acciones, es también una buena oportunidad para que, al igual que con el caso de Bahía de las Águilas, el primer mandatario escuche los reclamos de la sociedad y se desembarace de gente que no le ayuda a gobernar de la forma que la ciudadanía aspira, no es necesario señalarlos, es harto conocido quienes son.
En el laureado filme La Guerra de las Galaxias (Star Wars) se utilizaba el concepto de La Fuerza (The Force) como el conjunto de energías existentes capaces de definir el porvenir de la galaxia, algunos se decantaban por la ambición y la maldad como energía y contra ellos se luchaba, eran los miembros del lado oscuro (the dark side).
Ese mismo lado oscuro, su excelencia, fue el que le ayudó y usted acogió para alcanzar el poder, el país lo aceptó, pero ya están más que pagos.
Es hora, señor presidente, de que usted camine con su gente, su equipo, alimentado por las buenas energías, eso que en contraposición al lado oscuro Dark Side se llama el light side, que en traducción libre no es más que: el lado de la luz.