El petróleo sigue su carrera al alza. Ayer el de referencia para República Dominicana, el West Texas Intermediate, cerró alrededor de 115 dólares el barril, pero en algún momento del día se cotizó hasta 119 dólares.
El de referencia en Europa alcanzó los 124 dólares.
El precio de los combustibles en los mercados internacionales ha sido una locura en los últimos meses y las perspectivas no son halagüeñas.
Para contener su efecto inflacionario y posibles disgustos sociales, el Gobierno ha decidido cargar cada semana con esa fluctuación, habiendo invertido por este concepto más de 17 mil millones en los primeros cinco meses, mucho más que los 15 mil millones invertidos en los 12 meses del año anterior.
¿Hasta cuándo podrá el Gobierno soportar esa carga?
Mientras el país espera una respuesta, puede contribuir ahorrando combustible. Cada galón que se deja de consumir es dinero menos que tiene que buscar el Gobierno para subsidiarlo.
El modelo de subsidio adoptado en el país favorece más al que tiene un yate que al que tiene un carrito utilitario, pues cada galón recibe el mismo impacto, sin importar que sea para uso vital o para lujo extremo.
De mantenerse el modelo actual, al menos hay que promover o forzar el ahorro, lo cual no está ocurriendo. Por el contrario, el consumo de combustible va en aumento.