El parque sin dominó ni merengue: el impacto de las redadas en los dominicanos de Puerto Rico
Santo Domingo.- La barbería aún está abierta. Desde sus altavoces, un tutorial de inglés resuena en la mañana callada de la capital de Puerto Rico.
Dos hombres escuchan atentos, repitiendo frases con la esperanza de un futuro distinto.
Son migrantes dominicanos que estudian para convertirse en ciudadanos estadounidenses.
Afuera, frente al negocio, el parque que alguna vez fue un punto de encuentro para la comunidad dominicana permanece en silencio.
Ya no se escuchan los acordes del merengue ni el estruendo de las fichas de dominó golpeando la mesa.

No hay risas, ni historias compartidas en voz alta. El lugar que antes vibraba con vida hoy parece abandonado. El miedo ha barrido la cotidianidad de quienes solían reunirse allí.
“El pescadero”, como pide ser identificado un migrante sin permiso de residencia, solía vender pescado en ese parque.
Llegó a Puerto Rico en 2014, empujado por la desesperación. Su esposa tenía cáncer de mama y su trabajo como pescador en Samaná no era suficiente para costear el tratamiento.
“Tenía que tirar para adelante”, dice con voz firme pero herida.
Su esposa no sobrevivió, pero él decidió quedarse. Su hijo lo siguió tiempo después. La vida no fue fácil, pero se abrió paso como pudo.
Primero trabajó en la construcción, hasta que una caída desde un segundo piso le rompió la pelvis. Cuando sanó, volvió al mar.
El 26 de enero, todo cambió. Esa tarde, el hombre estaba en su camioneta esperando a que su hijo le trajera el almuerzo.
De pronto, tres agentes se acercaron y lo sacaron del vehículo. Junto a él, otras siete personas fueron arrestadas, incluido su hijo.
Los trasladaron de celda en celda, durmiendo en el suelo, comiendo solo pan y agua. De Aguadilla a Miami. De Miami a Texas.

Luego, lo enviaron de vuelta a Puerto Rico para enfrentar su proceso judicial. Ahora está en libertad bajo fianza, con un monitor de tobillo. Su hijo sigue encerrado en una cárcel de Miami.
“Estamos desbaratados”, murmura con la voz entrecortada.
El parque sigue ahí, pero su gente no. El miedo lo ha convertido en un lugar vacío, en un eco de lo que fue.
Arrestos y preguntas
Se estima que 55.000 dominicanos viven en Puerto Rico, aunque algunos expertos creen que el número podría ser aún mayor. No está claro cuántos son indocumentados, aunque unos 20.000 tienen la licencia de conducir especial.
Más de 200 personas han sido arrestadas desde el 26 de enero, casi todos hombres. De los arrestados, 149 son dominicanos, según datos que ICE proporcionó a The Associated Press.
Sandra Colón, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos en Puerto Rico, dijo que la agencia se está enfocando en aquellos con antecedentes penales o que han recibido una sentencia final de la corte que deben abandonar el país. Pero dijo que no tenía disponible de inmediato cuántos de los arrestados tienen antecedentes penales.
Annette Martínez, directora de la ACLU de Puerto Rico, dijo que se desconoce a dónde han sido llevados los arrestados o si han sido deportados.
“A nosotros nos preocupa los distintos métodos que está usando el ICE para detener”, manifestó.
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