Tras cumplir un año en el poder, el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, advirtió a la población de que se avecinan nuevos impuestos y más recortes, en un esfuerzo por distanciar al país de la influencia del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En un discurso dirigido a la nación y del que se hacen eco medios locales, Rowley adelantó que el ministro de Finanzas, Colm Imbert, propondrá nuevos impuestos cuando a finales de septiembre presente el presupuesto nacional para el próximo ejercicio fiscal.