Washington.-El gobierno de Obama, cediendo al reclamo de los ambientalistas de abordar el tema del cambio climático, emitió límites aún más severos que los propuestos el año pasado sobre las emisiones de metano en los pozos de gas y petróleo.

Las regulaciones finales, reveladas ayer, sumarán un estimado adicional de US$530 millones a los costos por año para 2025, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).

Eso representa por lo menos 25 por ciento más que la versión preliminar emitida en agosto y se presenta en un momento en que los bajos precios del petróleo fuerzan al sector a frenar el gasto en nuevas exploraciones.

El gobierno estima que el costo se compensará con lo que se ahorre al evitar tormentas, inundaciones y otras consecuencias severas como resultado del cambio climático.

Esos ahorros sumarán para 2025 un total de US$690 millones al año, de acuerdo con la EPA. Por el contrario, la propuesta de 2015 tenía un costo estimado en US$320 millones a US$420 millones para 2025, con beneficios potenciales de hasta US$550 millones.

“Los pasos de sentido común que se pondrán en marcha ayudarán a combatir el cambio climático y a reducir la contaminación del aire que afecta de modo directo a la salud pública”, dijo la administradora de la EPA, Gina McCarthy, a los reporteros en una teleconferencia.

Los mandatos, que se aplicarán inmediatamente a los pozos nuevos y modificados, son un “primer paso crítico” para atacar las emisiones de metano de las fuentes ya existentes de gas y petróleo”.

Políticas climáticas

La norma, que forma parte de una campaña más extensa de la administración por combatir el cambio climático, es una de las medidas ambientales más importantes que el presidente Barack Obama probablemente emita antes de abandonar la Casa Blanca.

El sector de gas y petróleo es la principal fuente del metano, un gas intenso –pero de corta duración– de efecto invernadero que ha mostrado calentar la atmósfera 84 veces más que el dióxido de carbono al medirse por un periodo de veinte años.

Bajo la norma, las compañías tendrán que mejorar sus bombas y compresores, en tanto expanden el uso de las llamadas tecnologías “ecológicas” que tienen como fin capturar el incremento del gas que puede surgir de los nuevos pozos fraqueados.

Esta técnica ecológica se requiere, desde 2015, para los pozos nuevos y modificados de gas natural, pero la norma del jueves también expandirá la exigencia a los pozos de petróleo.

Peticiones de los ambientalistas

La EPA expandió las regulaciones finales en respuesta a las preocupaciones de los ambientalistas quienes argumentaron que el anteproyecto de propuesta no abarcaba lo necesario.

Por ejemplo, la agencia rechazó la exención propuesta para los pozos de baja producción que generan menos de 15 barriles de petróleo al día o su equivalente.

Eso puede haber eximido a miles de pozos al año de los nuevos requerimientos sobre detección de pérdidas que contiene la regla.

La EPA también cedió a los pedidos de los ambientalistas para que se realicen inspecciones más frecuentes, y ahora exige a las compañías capturar el metano en las estaciones de compresión cuatro veces al año en vez de dos, como se propuso inicialmente. Pero en los pozos y el equipo asociado con ellos, la agencia se quedó con un calendario semestral.