El gasto

El gasto

El gasto

Cuando el dinero no alcanza, no alcanza, y entonces hay que dejar de hacer ciertos gastos que no pesaban tanto.

Esta verdad de Perogrullo hay mucha gente que no la quiere entender, a la hora de aplicarla a los asuntos de Estado.

Es sabido que el Gobierno está escaso de dinero para hacer frente a los compromisos que tiene contraídos.

Se sabe también que hay que hilar fino en la elaboración del Presupuesto de gastos públicos para el año que viene.

Y también se sabe que dos más dos son cuatro, y nunca serán seis, ni ocho, ni diez.

¿Qué es lo que hay que hacer, entonces? Gastar menos. ¡Bingo! Descubrí la pólvora, dirán algunos.

Pero lo lindo del caso es que, siendo tan obvio este razonamiento, los sabios que manejan la economía nacional no lo quieren entender y siguen pensando, muchos de ellos, en crear nuevos impuestos para conseguir, así de fácil, el dinero que hace falta.

Por suerte, importantes sectores de la economía nacional están parados en dos patas e insisten en buscar el equilibrio presupuestario mediante controles efectivos del gasto público, y no castigando a la población con más cargas impositivas. Además, hay mucho por donde economizar en este país.

Muchos barrilitos, muchos dólares que se pagan en un servicio exterior excesivo y descontrolado, muchos sueldos lujosos, muchas yipetas innecesarias, mucha corrupción, muchas oficinas públicas que hacen lo mismo y no hacen nada, y, en fin, muchos caprichos que se pueden dejar para después.

Lo que falta es decisión.



El Día

Periódico independiente.

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