SANTO DOMINGO.-La frase de que en “política hay cosas que se ven y cosas que no se ven, y que las cosas que no se ven suelen, en ocasiones, ser más importantes que las que se ven”, realmente corresponde al inmortal apóstol de la independencia cubana, José Martí; pero quien la popularizó en el país fue Juan Bosch, fundador del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Esta aseveración martiana podría aplicarse perfectamente en la actual coyuntura política cuando la organización de Bosch, fundada el 15 de diciembre de 1973, se apresta, el próximo domingo, a la celebración de una inédita consulta ciudadana en la que parte de la sociedad señalará a la persona que encabezará su boleta para los comicios presidenciales previstos a celebrarse en mayo del año 2024.
La generalidad de las miradas está puesta en quién será escogido entre Maritza Hernández, Francisco Domínguez Brito, Abel Martínez, Margarita Cedeño y Karen Ricardo.
Originalmente figuraba en la contienda interna Luis De León, pero decidió declinar sus aspiraciones en favor de Cedeño. Sin embargo, más allá de la candidatura presidencial hay cosas que no se ven a simple vista.
Lo que no se ve
Entre las cosas que no se ven es que el domingo lo que verdaderamente estará en juego será el futuro inmediato del PLD.
Esta agrupación política está compelida a celebrar un proceso transparente y cuyos resultados sean creíbles, a fin de continuar siendo una opción de poder para los venideros comicios.
Aún sigue latente en los peledeístas que una de las causas que se atribuyen para la derrota hace poco más de dos años, consistió en la división de esa organización y que provocó la renuncia del expresidente Leonel Fernández, quien fundó la Fuerza del Pueblo.
El PLD salió de la Presidencia de la República el 16 de agosto de 2020, tras su derrota en las elecciones presidenciales y congresuales celebradas el 5 de julio de ese año, luego de gobernar 20 de los últimos 24 años, 16 de ellos de manera consecutiva.
Otra cuestión que no figura a simple vista, pero que quedará remarcada a partir de la consulta será la redefinición del liderazgo peledeísta, especialmente si el aspirante o la aspirante que resulte con mejor validación social gana la Jefatura del Estado.
Redefinición del liderazgo
La selección del candidato o candidata peledeísta incidirá en la redefinición del futuro liderazgo morado, más en el hipotético caso de que logre obtener la victoria en las elecciones del 2024.
Tanto Leonel Fernández como Danilo Medina tuvieron control sobre el Comité Político del PLD mientras gobernaron el país.
Durante el actual proceso interno del peledeísmo, 21 de los 45 miembros del Comité Político dicen considerarse “neutrales”, cosa que no parece clara en medio de la lucha por el poder que caracteriza el siglo XXI, a excepción de Danilo Medina y de Charles Mariotti, presidente y secretario general del PLD, respectivamente. A este último, no obstante, se le señala un proyecto político propio con miras al año 2028.
Dentro de los “neutrales” hay integrantes del grupo que dentro del Comité Político denominan OTAN, en referencia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la alianza militar intergubernamental basada en el acuerdo del mismo nombre, suscrito el 4 de abril de 1949 durante la Guerra Fría que caracterizó el dominio bipolar del mundo.
Se trata de connotados dirigentes que por lo general se alínean con el sector hegemónico en una coyuntura determinada y procurarán la exhibición de poder más allá de la futura definición de la cúpula peledeísta.
Se da por sentado que tanto Margarita Cedeño, Abel Martínez como Francisco Dominguez Brito (para solo mencionar los tres punteros) generarían un nuevo “entorno de poder” tan pronto sean escogidos candidato o candidata presidencial.
Desde la antigüedad, la lucha por el control del poder ha sido feroz. Nicolás de Maquiavelo, autor de “El Príncipe”, sostiene, en el capítulo XVIII, que “el príncipe debe seguir el ejemplo del zorro (…), saber disfrazarse bien y ser hábil en fingir y en disimular, mintiendo y rompiendo sus promesas cuando semejante observancia vaya en contra de sus intereses”.
“Estos engaños, agrega, no solo son legítimos en virtud de su practicidad, sino fáciles de acometer, ya que los hombres son tan simples y están tan centrados en sus necesidades del momento, que aquel que engaña encontrará siempre quien se deje engañar…”.
En el siglo XXI, las cosas han cambiado, sobre todo por el acceso masivo y gratuito a Internet, plataforma mediante la cual gran parte de la población puede producir contenidos y, de alguna manera, exhibir poder en cualquiera de sus expresiones globales del mundo de hoy.
Un autor de estos tiempos, Moisés Naím, indica que “el poder en el siglo XXI es más fácil de obtener, más difícil de usar y más fácil de perder”.
Establece cómo a medida que pierden poder las grandes organizaciones y los líderes que por décadas han sido reconocidos como tales, otros grupos aparecen y ganan dominio de forma simultánea. Asimismo, describe la lucha entre los principales actores, que durante mucho tiempo fueron dominantes y de los nuevos micropoderes que comienzan a destacarse en los ámbitos económico, social, político, cultural y humano.
Rol de Danilo
Hasta el momento, Danilo Medina ha dado muestras de neutralidad. Tampoco ha dado notaciones que le interese mantener la presidencia de la organización más allá de del XII Congreso Ordinario que deberá ser convocado en poco más de dos años.
Las simpatías de reconocidos seguidores suyos están diseminadas entre los diferentes aspirantes presidenciales.
Desafío del domingo
El gran desafío del PLD para el próximo domingo es garantizar un futuro de unidad a través del montaje del proceso de consulta ciudadana, sin que deje laceraciones entre sus cinco aspirantes presidenciales.
De surgir confrontaciones, entonces esa organización verá mermadas las posibilidades de volver al poder en el 2024.
Por dentro
—1— Los recintos.
Los electores habilitados votarán en 1,037 recintos, en los cuales funcionarán 2,732 centros.
—2— Capacitación.
El PLD llevó a cabo talleres de capacitación en toda la geografía nacional, que incluyó el uso de los equipos electrónicos.
Responsabilidad
La Comisión Organizadora de la Consulta sobre Aspirantes Presidenciales (CONAP) es el organismo responsable del montaje del proceso de elección.