Desde el 29 de junio del pasado año la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) ha estado sumida en una crisis interna como nunca antes en su historia.
La misma fue provocada por Carlos Cepeda Suriel y Maura Alcántara, miembros de la Junta de Elecciones, tras habilitar o revivir un voto declarado nulo en favor de la plancha amarilla.
Es tal la crisis, que la aspirante a secretaria general de la plancha a la que le regalaron el voto nulo renunció por honesta y entender que esa forma tan aberrante no era la adecuada para ocupar un cargo en Acroarte.
El pasado 18 de diciembre fuimos llamados a testificar y todos los de la parte demandante asistimos y juramos ante el juez de la Segunda Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, Danilo Caraballo Núñez, decir la verdad.
Cristhian Jiménez, José Rafael Sosa, Ulises Jiménez y un servidor, declaramos bajo juramento y estoy seguro que el juez quedó bastante edificado del fraude perpetrado en las elecciones de Acroarte el 8 de julio.
Sin embargo, Carlos Cepeda, Alexis Beltré y Maura Alcántara, que estaban en la lista de testigos, simplemente se negaron a testificar.
Y no lo hicieron porque sus argumentos no tienen validez. Dirían cosas diferentes, y serían descubiertos en el estrado.
Además, Cepeda llamó a elecciones de nuevo para el 13 de julio, debido al empate, pero cambió de opinión dos días después. Si la Junta de Elecciones me hubiese brindado ese voto nulo, lo rechazaría, porque no sería honesto de mi parte aceptarlo.
Confiamos en que el 2 de marzo habrá justicia y serán celebradas nuevas elecciones en Acroarte. No sé por qué el miedo a una segunda vuelta si yo solo tengo “75 votos”.