“El fin de la historia y el último hombre”

“El fin de la historia y el último hombre”

“El fin de la historia y el último hombre”

Freddy González.

Parece el título de una novela, escrita por algún Premio Nobel de Literatura, llámese Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa; mas es una expresión de la fallida y antidialéctica tesis de Francis Fukuyama, que surgió en una conversación con un dirigente comunista que no ha tenido vacaciones en los últimos 50 años de vida, Manuel Antonio Almonte Salazar.

La falaz tesis de Fukuyama me recordó la conducta recurrente de antiguos dirigentes del otrora Movimiento Revolucionario 14 de Junio, organización fundada en enero de 1960, por Manuel Aurelio Tavares Justo y María Minerva Mirabal Reyes, que enarboló el programa de los expedicionarios de junio del 1959 que sostienen que esa gloriosa e histórica organización era la izquierda del país y que su desaparición, y la de su principal líder, significó el final de la misma.

Para los que así piensan, no hay un antes ni un después del trágico 21 de diciembre de 1963 en el paraje La Diferencia de la sección de Manaclas, municipio de San José de las Matas, de la provincia de Santiago.
Muchos antes del surgimiento del 1J4, en 1946, existió en pleno auge de la tiranía trujillista el Partido Socialista Popular (PSP), dirigido por Pericles Franco y los hermanos Ducoudray.

Diez años más tarde, en 1956 en Cuba se fundó el Movimiento Popular Dominicano (MPD), dirigido por Pablo Martínez, Máximo López Molina, Andrés Ramos Peguero, Ramón Emilio Pichirilo, estos, al mando del inmenso Fidel Castro Ruz; y todavía no existía la organización Verde y Negra.

El 1J4 se fundó en enero de 1960 y el 4 de junio de ese mismo año, cuatro meses después, llegó al país una comisión del MPD, encabezada por su secretario general Máximo López Molina y Andrés Ramos Peguero, bajo la consigna de “Lucha interna o Trujillo siempre”, y se instala en la antigua José Trujillo Valdez núm.12 (hoy avenida Duarte) a denunciar las atrocidades que cometía la dictadura contra opositores.

Esa osadía del MPD de desafiar al monstruo desde sus entrañas, a menos de un kilómetro lineal de la sede del siniestro Servicio de Inteligencia Militar (SIM), le costó casi un centenar de vidas de jóvenes, la mayoría sin abolengo, y que nadie recuerda ni menciona.

Fue el MPD una de las primeras organizaciones políticas que se opuso al golpe de Estado, y el 21 de octubre, justo a los 26 días del golpe.

En el abril de 1965, tanto el 1J4 como el MPD, jugaron su papel, perdiendo ambas organizaciones dirigentes importantes.

Fue el MPD el que cargó con el mayor peso de la represión durante los 12 años de Balaguer. Negar esa realidad es cerrar los ojos al discurrir histórico.

Recordemos este 60 aniversario, el sacrificio, la valentía de Manuel Tavares Justo, sabiendo que la historia continúa y continuará, porque otros han tomado y tomarán la antorcha dejada por ellos, pasándola de mano en mano hasta lograr las metas de todos los caídos, de un país mejor, más justo, más incluyente, más libre, y sobre todo soberano e independiente.

*Por Freddy González



El Día

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