Canadá.-El dominicano Vladimir Guerrero Jr., de Toronto, cuenta con una multitud de apodos, ya que también responde a los motes de Vlad Jr., Vladdy y Vladito.
Sin embargo, también le aplica el término “Plákata”, que es más un sinónimo para Guerrero que un apodo. “Plákata” es una palabra coloquial y onomatopéyica nacida en el béisbol caribeño que sirve para referirse a la clase de contacto con el barril del bate que típicamente resulta en un largo cuadrangular. En otras palabras, se trata de un adjetivo en vez de sustantivo.
¿Pero a quién le importa? La palabra encaja perfectamente con el propio Vladdy y lo que éste hace a las pelotas de béisbol: “Plákata”.
No todos los sluggers definitorios de sus respectivas generaciones hacen swings poderosos de la misma forma. Pete Alonso, de los Mets, sobresale con su swing corto hachazo de leñador; tenemos a un Manny Ramírez, cuyo swing era suelto y sencillo, como si lanzara una red de pescar. Mientras tanto, el swing de Guerrero cuenta con una extraña violencia en forma de latigazo, no vista en el mundo del béisbol desde los mejores tiempos de Gary Sheffield, quien contaba con uno de los dos swings más terroríficos de la pelota moderna; y los mejores tiempos de Vlad Guerrero padre, dueño del otro.
Sus bates eran inmensos, y hacían swings tan fuertes que parecía que era el bate el que los estremecía a ellos. El swing de Vlad Jr. es reflejo fiel de su padre: es lo primero que todos notan en él. Su contextura física dista mucho de la de su progenitor: esa es la segunda. Junior parece un producto de padre, de haberlo envuelto en harina y horneado por una hora.
Disciplina en el plato
Vlad Jr. ha sido bendecido con una disciplina al plato preternatural; la cual, sobra decir, no heredó de su padre. El imparable más simbólico de la carrera del padre fue un sencillo contra los Orioles en 2009, que no hubiera trascendido tanto si fuera más normal. El pitcheo rebotó frente al plato; sin embargo, su padre hizo swing y la despachó hacia el jardín izquierdo. Vlad Junior es mucho más selectivo.
Tiene una mirada tan buena, y una trayectoria tan impecable en su swing, que termina exponiendo la injusticia fundamental del enfrentamiento «vis a vis» entre pitcheo y bateo, que consiste en que la pelota tiene que pasar primero frente a él.
Mejoría física
Mucho se ha dicho sobre las 42 libras perdidas por Vlad Guerrero Jr. en cuestión de meses antes de la temporada 2021 (como si fuera Robert de Niro en Toro Salvaje o algo similar) y al mismo tiempo, no se ha conversado lo suficiente al respecto.
Sucedió así: antes de la primavera del 2020, Guerrero pesaba aproximadamente 250 libras. Unas 250 libras suaves, pero seguían siendo 250. Aproximadamente.
Después irrumpió la pandemia del COVID y él, al igual que la mayoría de nosotros, supuso que la temporada se había perdido. Por ello, creció una talla o dos: alcanzando la talla XXL, quizás incluso la XXXL, alimentado por la cocina de su abuela.
Después, de que la temporada 2020 no se canceló, y Guerrero se reportó a los entrenamientos primaverales (celebrados en julio) pesando una tonelada, sin velocidad en su mano y músculos forjados a punta de carne de res guisada. A lo largo de la abreviada temporada de 60 partidos, Vlad Jr. solo bateó nueve jonrones y ligó para un mediocre promedio de .262. Se veía lento. Se sentía lento.
Los Blue Jays lograron colarse en los playoffs de 2020, para después ser barridos por los Rays. Lo que debió ser una temporada baja llena de optimismo para Toronto se vio marcada por los fracasos de Guerrero en sus intentos por llevar la pelota lejos. Sus 50 libras de novato debían desaparecer.
Cambio de dirección
Luego de lo sucedido en la temporada 2020, cuando llegó la hora de que la gerencia de los Blue Jays presentaran un plan nutricional, se reunieron primero con Vlad Jr. y después con su abuela Altagracia, quien se encarga de su alimentación..
Fue una conversación entre dos personas, que generó un compromiso entre dos personas. «Ella está de acuerdo y lo entiende».
El problema no era su comida, se apresta a aclarar rápidamente. Era controlar las porciones. Era Guerrero devorando una ración, después dos; a veces, hasta tres. Él y su abuela aceptaron el plan de los Blue Jays y la prueba está en el pudín sin comer.
El peso había desaparecido para el Día Inaugural. Laboró hasta dejarse el pellejo, hasta que esas manos preternaturales volvieron a los estándares aceptables para la familia Guerrero.
Vlad Jr. perdió muchísimo peso antes de la temporada 2021. Actualmente, sus muñecas son sumamente veloces, al punto de no existir una ubicación segura a dónde pitchearle. La mejor opción es ir adentro, sobre las manos: adentro de verdad, pasar de verdad sobre las manos, sitio demasiado riesgoso para ambos. Lanzas por otro lugar, y Vlad Jr. la despachará haciendo Plákata hasta la luna.
La mejoría física lo hizo más soberbio y así lo demuestra que la velocidad de salida promedio de sus batazos están dentro del 99 por ciento. El porcentaje de batazos fuertes: 98 por ciento. Expectativa de OBP sopesado: 98. Expectativa de porcentaje de slugging: 98.
Resurgir excepcional
Luego de todas las situaciones atravesadas por Guerrero Jr. . maduró hasta convertirse en el toletero prometido a la organización de Toronto, sus aficionados y toda la nación de Canadá desde que la franquicia pagó $3.9 millones para contratarlo a los 16 años.
Vlad Jr. está en una carrera fabulosa por lograr la Triple Corona del bateo en la Liga Americana.
El venezolano Miguel Cabrera fue el último en ganarla y lo hizo en 2012. La vez anterior fue en 1967.
Guerrero, a sus 22 años de edad, asombra al ser líder bate de la Americana en bateo (.317), hits (173), jonrones (45), anotadas (116), porcentaje de embasarse (.406), Slugging (.611) y OPS (1.017).
Vlad Jr. también es clave para los Azulejos en la fiera lucha que tienen por clasificar a través del “Wild Card” contra los Yanquis y Boston.
El número
64
EXTRABASES.
Ha disparado el dominicano Vlad Guerrero Jr. (45 jonrones, 23 dobles y un triple.
2.7
MILLONES.
De votos recibió este año Vlad Jr. para convertirse en el más joven en liderar las votaciones al Juego de Estrellas que se celebró en Colorado.