Este trastorno tiene una prevalencia reportada de entre un 3% y 27% en la población de países occidentales.
El estreñimiento es un trastorno común que impacta negativamente en la calidad de vida de las personas que lo padecen.
Esta condición es responsable de millones de consultas médicas por año a nivel mundial, por supuesto, no estando exentos países como la República Dominicana.
Eliam Rivas Polanco, gastroenteróloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), lo describe como una afección intestinal caracterizada por una disminución en la frecuencia evacuatoria, cantidad de heces.
La especialista agrega además la sensación de evacuación incompleta y dificultad a la expulsión, con frecuencia asociada a distensión, molestia o dolor abdominal, detalla.
Algunas causas
Rivas señala que algunas de las situaciones que pueden provocarla son heces que no pueden eliminarse (impactación fecal), pues el estreñimiento crónico puede provocar acumulación de heces duras que se atascan en los intestinos. Asimismo, prolapso rectal o intestinos que sobresalen a través del ano, en el momento de realizar esfuerzos evacuatorios.
La médica continúa explicando que también puede ocurrir que se inflamen las venas del ano (hemorroides), debido a que al hacer fuerza para evacuar puede provocar inflamación de las venas que se encuentran en el ano y alrededor de este.
Fisura
De igual manera, puede presentarse fisura anal, esto producto de las heces grandes o duras que pueden provocar pequeñas rupturas en el ano.
Enfoque diagnóstico
“Cuando una persona llega al consultorio existen varios enfoques diagnósticos para definir la o las causas probables, comenzando con la elaboración de una buena historia clínica en la que debe recogerse todo lo relacionado con el hábito defecatorio del individuo, posibles circunstancias relacionadas, como embarazo, viajes, episodios de estrés, cirugía, hábitos dietéticos, nivel de actividad física, medicación habitual y consumo de laxantes”, manifiesta Rivas.
Del mismo modo, se puede hacer una exploración física y practicar pruebas de laboratorio, tomando en cuenta los signos de alarma, tales como cambios en el calibre de las heces, anemia, pacientes mayores de 50 años no sometidos a tamizaje previo para cáncer de colon, estreñimiento de reciente instalación, sangrado rectal, prolapso rectal, pérdida de peso y sangre oculta en heces.
Después de esto, seguir las pruebas complementarias como colonoscopia (procedimiento que utiliza para observar el interior del colon y del recto con un equipo especializado); estudio de motilidad intestinal mediante la medición del tiempo de tránsito intestinal; pruebas de función anorrectal, como la manometria anorectal, y estudios de imágenes como tomografías y resonancia de piso pélvico (examen de imagen que utiliza una máquina con imanes y ondas de radio potentes).
Presencia de sangre
Al tiempo que se realizan todas las pruebas, se debe tomar en cuenta, además, la presencia de sangre o moco y la morfología de las heces, la presencia de síntomas como flatulencias, distensión, o dolor abdominal; también antecedentes personales y familiares de cáncer colorrectal (que es el cáncer que se origina en el colon o el recto), afirma la médica.
Causas
La experta refiere que algunas posibles causas vinculadas al estreñimiento son: bajo nivel de actividad física, o sea, una vida sedentaria; también influye la dieta deficiente en fibras y consumo de líquidos, bajo nivel socioeconómico y educativo, depresión y/o ansiedad, historia de abusos y maltratos físicos o psicológicos.
Asimismo, la gastroenteróloga, apunta que la constipación se puede agravar con viajes largos o el embarazo. En algunas personas también es costumbre postergar el acto defecatorio, lo que conlleva con el tiempo al estreñimiento.
Un dato de suma importancia para los pacientes, es que el estreñimiento rara vez puede ser síntoma de otra enfermedad como hipotiroidismo, lupus o enfermedad de Parkinson, o bien asociarse al consumo de ciertos medicamentos como por ejemplo los antidepresivos. Plantea que otros pueden ser factores obstructivos de la luz colónica, tránsito intestinal lento y trastorno obstructivo de la defecación con o sin alteración anatómica.
Tratamiento
La profesional describe que existen varias opciones de tratamiento disponibles. Estos deben ir dirigidos principalmente a la causa o tipo de estreñimiento que tenga el paciente.
“La primera fase va orientada a realizar una serie de medidas higiénicodietéticas y educativas. Se debe enfatizar en la necesidad de incorporar unos hábitos dietéticos saludables con una elevada ingesta de fibra a través de una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, entre otros”, dice.
De igual manera, resalta que alcanzar la cantidad de 25 a 30 gramos de fibra al día supondría un aumento del volumen de las deposiciones, una disminución de la consistencia de las heces y una reducción del tiempo de tránsito colónico.
Del mismo modo, la médica asegura que una ingesta adecuada de agua en combinación con el aporte adecuado de fibra, facilita el ablandamiento de las heces y su consecuente avance por el tracto intestinal. Otra opción de tratamiento son los fármacos, este se centra en el uso de laxantes que incluyen una amplia diversidad de los mismos según la necesidad del paciente.
— Otra alternativa
Existen terapias alternativas como las maniobras de reaprendizaje o “biofeedback”, en las que el paciente aprende a coordinar los músculos del suelo pélvico y a reconocer las señales de presión del recto.