“Él está vivo, necesitamos encontrarlo”: el caso de Roberto Rodríguez, el hombre de 70 años con Alzheimer desaparecido hace 2 semanas

Desde hace más de veinte días, la familia de Roberto Rodríguez, un hombre de 70 años con Alzheimer, lo busca sin descanso por distintos puntos de Santo Domingo.
Santo Domingo.- El silencio que dejó la ausencia de Roberto Rodríguez ha sido ensordecedor para su familia. Desde el pasado 17 de julio de 2025, sus seres queridos, especialmente Sara Feliz, su sobrina e hija de crianza, no han dejado de buscarlo.
Roberto, un hombre de 70 años que sufre de Alzheimer, salió de su casa una tarde como lo hacía en sus habituales caminatas. Pero esa vez no volvió.
“Cuando nos dimos cuenta que no estaba, ya llevaba media hora fuera. Salimos a buscarlo inmediatamente”, cuenta Sara con voz entrecortada.
La dirección inicial fue hacia el sector Los Frailes II, pero gracias a las cámaras de seguridad del supermercado Bravo, descubrieron que tomó rumbo hacia la calle Marginal de Las Américas. Ese fue solo el inicio de una extensa y angustiosa travesía.
Desde entonces, han recorrido hospitales, zonas urbanas, barrios como Lengua Azul, Pueblo Nuevo, Calero y hasta la Zona Colonial.
Recibieron reportes de personas que lo vieron en el Parque Duarte, cerca del puente flotante, y más recientemente en Villa Duarte.
“Lo han visto varias veces. Le han dado agua, comida, pero no habla. Se niega a dar su nombre”, explica Sara, lo que indica un posible avance de su condición de Alzheimer, posiblemente en etapa dos, según la observación de su familia.
Roberto es descrito como un hombre físicamente activo, que acostumbraba caminar largas distancias a diario.
“Eso es una desventaja ahora, porque se mueve constantemente. Puede estar en un lugar en la mañana y en otro al final del día”, lamenta Sara, quien lo trajo desde Las Matas de Farfán a Santo Domingo para darle atención médica.
Pese a la dificultad de rastrearlo, Sara agradece la colaboración de las autoridades.
“Han hecho su parte, me llaman, me dan pistas. Pero no damos con él, porque se mueve de un lugar a otro”.
Con fe Sara insiste: “Él está vivo. Yo sé que sí. Solo necesitamos encontrarlo. Pido a las autoridades y a cualquier ciudadano que lo vea, que por favor nos ayuden. Mi papá necesita atención, está desorientado, y cada día que pasa es crucial”.