El tan esperado nuevo contrato del dominicano Juan Soto se mantiene como uno de los principales temas en el béisbol de las Grandes Ligas.
El impacto que ha generado Soto en su primer año con los Yanquis lo ha colocado en un excelente nivel, siendo colocado en el umbral de los 500 a 600 millones de dólares.
El soporte que Soto le ha proporcionado a los Yanquis es tan sólido que, a pesar de haber perdido siete de los últimos diez juegos, se mantienen dominando la difícil división Este de la Liga Americana, con marca de 52-29, con dos juegos por encima de los Orioles de Baltimore.
Soto llegó a la jornada de ayer liderando las Grandes Ligas en porcentaje de embase (.433), segundo en bateo en la Liga Americana (.305) y sexto en las Mayores. En la Americana es cuarto en porcentaje de slugging (.571) e impulsadas (57) y sexto en jonrones (19).
Soto a los 26 años desarrolla un gran año justo a tiempo para conseguir un extraordinario contrato en la agencia libre luego de esta campaña. Para muchos será fácil señalar que el valor de Soto se disparará por estar jugando con los Yanquis. Eso depende del cristal con que se quiera mirar, porque si hubiese sido lo contrario, la historia se estaría contando muy diferente.
La realidad es que Soto y su agente Scott Boras se están frotando las manos, porque todo les está saliendo muy bien y mantienen la intención de probar su valor en el mercado abierto.
Sin embargo, el periodista Bob Nightengale, experto en MLB de USA Today, cree que hay una demanda de precio que Soto podría hacer y que sería demasiado para los Yanquis, resaltando que los Mulos no van a dar mucho más de 360 millones de dólares, que es el contrato que tiene el capitán Aaron Judge, quien está en otra temporada con ribetes de Jugador Más Valioso.
Otro punto que Nightengale señala que va en contra de Soto es que no cree que habrá la misma guerra de ofertas que elevó el precio de Ohtani.
De acuerdo a los expertos, actualmente solo se visualizan a tres equipos en capacidad de pagar por Soto un megacontrato, que son los Yanquis, los Mets y los Gigantes. No hay dudas de que el comportamiento de los Yanquis, en lo adelante, será clave para un nuevo pacto de Soto.