El Ministro israelí de Defensa ha pedido una investigación estatal sobre los atentados de Hamás del 7 de octubre, tras admitir el ejército que no cumplió con su deber de proteger a una pequeña comunidad en la que murieron 101 personas.
Yoav Gallant hizo los comentarios después de que el primero de una serie de informes militares oficiales israelíes pusiera al descubierto cómo operaba el ejército en el kibutz Be’eri, que se encuentra cerca de la valla perimetral que rodea la Franja de Gaza.
El 7 de octubre en Be’eri murieron más personas que en cualquier otra localidad que fue blanco de los hombres armados que cruzaron desde el territorio palestino.
Gallant afirmó que era necesaria una investigación nacional independiente para examinar las acciones de todas las autoridades, incluido el primer ministro Benjamin Netanyahu.
La averiguación, explicó, debería abordar cómo Hamás creció en fuerza y capacidad durante la última década.
Alrededor de 1.200 personas murieron y otras 251 fueron llevadas a Gaza como rehenes en el asalto sin precedentes del pasado otoño.
Los sucesos provocaron una gran operación militar israelí en Gaza que todavía sigue y en la cual más de 38.000 palestinos han muerto, según el Ministerio de Sanidad dirigido por Hamás.
Mea culpa
Los miembros del kibutz dijeron que era importante que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) admitieran que no les habían protegido debidamente y también exigieron una investigación nacional.
El informe, realizado por un oficial de alto rango, se elogia la valentía del personal de seguridad, pero se reconoce que las FDI no estaban preparadas para la amplia infiltración de Hamás.
Y se reconoce que «durante las primeras siete horas de combate, los residentes del kibutz se defendieron por su cuenta».
«El equipo de investigación determinó que las FDI fracasaron en su misión de proteger a los residentes del kibutz Be’eri», se lee en el reporte.
Las fuerzas de Hamás golpearon con extrema dureza al kibutz Be’eri, el cual se encuentra muy cerca de la Franja de Gaza.
Tema espinoso
El informe también abordó la polémica orden dada a un tanque para disparar contra una casa en la que había 13 rehenes.
No se atribuyó ninguna culpa personal al general de brigada Barak Hiram, comandante de la 99 División de Infantería, ni a otros otros oficiales por esta decisión, la cual fue considerada profesional en «circunstancias complejas y difíciles».
«El fuego de tanques hacia la zona cercana a la casa se llevó a cabo profesionalmente, con una decisión conjunta tomada por los comandantes de todas las organizaciones de seguridad después de una cuidadosa consideración y se hizo una evaluación de la situación, con la intención de ejercer presión sobre los terroristas y salvar a los civiles retenidos como rehenes en el interior», se concluye en el reporte.
El general Hiram asumirá pronto el mando de la División Gaza.
Los autores del informe concluyeron que, por lo que pudieron evaluar, ninguno de los civiles que se encontraba en el interior de la casa atacada resultó herido por el fuego de los proyectiles de tanque, salvo lo que denominaron como «un incidente aislado fuera del edificio en el que dos civiles resultaron heridos por metralla».
«El equipo determinó que la mayoría de los rehenes fueron probablemente asesinados por los terroristas, y son necesarias más investigaciones y revisiones de hallazgos adicionales», agregó.
Aprendiendo para el futuro
El jefe del Estado Mayor de las FDI aceptó todas las conclusiones del informe y ordenó que se integraran en los futuros planes operativos.
Hamás asesinó a uno de cada 10 de los 1.000 residentes de Be’eri el 7 de octubre en una matanza que comenzó al amanecer y se prolongó por horas.
Sharon Sharabi, cuyos dos hermanos, Yossi y Eli, fueron tomados como rehenes y llevados a Gaza, fue informado previamente sobre el contenido del informe y dijo que no había visto nada nuevo en las conclusiones oficiales.
«Aquí hubo un fallo de mando. Lo ocurrido dejó una muy mala imagen», dijo.
Yossi, de 53 años, ha sido declarado muerto (por las autoridades israelíes) y se desconoce el destino de Eli, que ahora tendría 52 años.
«No se puede maquillar de ninguna manera lo ocurrido. Ninguna investigación que traten de hacer podrá maquillarlo. Es imposible», dijo Sharabi.
En una declaración emitida por los residentes del kibutz Be’eri se afirmaba que para ellos era muy importante que las FDI les hubieran pedido perdón por no protegerlos de lo que calificaban de «ataque del mal sin parangón».
«El fracaso del ejército lleva nueve meses grabado a fuego en nuestros cuerpos y corazones», afirmaron los vecinos de la localidad en su declaración.
Los residentes dijeron que aún no habían recibido respuestas satisfactorias sobre el por qué el ejército no entró en el kibutz, ni se les había dado ninguna explicación todavía sobre el fallo de inteligencia que permitió a Hamás lanzar su ataque sin ser detectado.
También pidieron una investigación nacional, la cual el primer ministro Benjamin Netanyahu no ha querido iniciar.
Se espera que el informe del jueves sea el primero de una serie de averiguaciones conducidas por la FDI sobre su respuesta a los atentados del 7 de octubre que Hamás lanzó contra diversas zonas del sur de Israel.
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