Muchos han dicho, al parecer con razón, que los partidos pequeños dominicanos lo que más grande tienen es el ego. Eso les ha impedido incluso unirse para pelear en mejores condiciones en las batallas electorales y también hace que reaccionen con virulencia cuando se les llama como lo que son: partidos pequeños.
La reputada encuesta Gallup, cuyos resultados desde el lunes publica el fraterno periódico Hoy, puso de manifiesto que esas organizaciones no han sido capaces de aprovechar el evidente descontento que hay con los partidos convencionales.
La explicación es que esos partidos hace mucho que dejaron de ser emergentes y simplemente se quedaron siendo partidos convencionales, pero “revejíos”.
Ahora vamos a los partidos grandes. La encuesta Gallup indica que han ido perdiendo influencia en la sociedad. El Partido de la Liberación Dominicana y el Partido Revolucionario Moderno (una extensión o desprendimiento del Partido Revolucionario Dominicano) tienen menos adeptos que los que tenían en el pasado, aunque el mercado electoral ha ido creciendo en la misma proporción que lo ha hecho la población.
Han aumentado los descontentos, que no es lo mismo que indiferentes, porque la política sigue siendo el verdadero “deporte nacional”, muy por encima de la pelota.
Los que están en el quehacer político podrían ahorrarse mucho dinero si deciden usar los números de la Gallup para análisis y planificación estratégica, aunque públictamente salgan diciendo que no están de acuerdo.