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Un lunes teñido de sangre: el eco de las víctimas silentes de una tragedia en SDE

Katherine Espino Por Katherine Espino

Tragedia

Apenas las 8 de la mañana y las portadas de diarios digitales ya anuncian la tragedia: un hombre ha arrebatado la vida a su pareja, hijo y nuera, para luego quitarse la suya. En la radio, las voces se quiebran con la noticia, y los conductores exclaman, consternados: «Se le metió el enemigo». En el Metro de Santo Domingo, las conversaciones se tiñen de incredulidad: «¿Cómo pudo pasar? El mundo se está acabando».

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Este es el relato que domina la opinión pública hoy. Quizás, con el paso de los días, muchos olviden los detalles. Pero hay quienes jamás borrarán de su memoria este suceso: los familiares, los amigos, los niños que crecen con el eco de la violencia.

Víctimas silentes

Las cifras oficiales hablan de 17 mujeres asesinadas en lo que va del año en República Dominicana. Detrás de cada número, hay un nombre, una historia, un vacío irremplazable. Madres, hijas, hermanas, amigas… mujeres cuyas vidas fueron truncadas por la violencia machista, dejando a su paso un rastro de dolor, orfandad y un futuro marcado por el trauma.

Las estadísticas revelan una cruda realidad: casi un tercio (27%) de las mujeres en el mundo han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

En el país, esta violencia se manifiesta en hogares donde el amor se convierte en control, donde los celos se transforman en agresión, donde la vida se apaga en un instante.

Y luego están los niños, las víctimas invisibles de esta violencia. Huérfanos, desamparados, marcados por el trauma de haber perdido a su madre. Aunque en este caso, aún no se precisa la edad de los hijos implicados en el hecho, lo cierto es que según un informe de Aldeas Infantiles, «Consecuencias de la violencia contra la mujer en las familias», los niños que crecen en un mundo donde la violencia se normaliza, donde el amor se confunde con el dolor tienden a desarrollar consecuencias graves de esta situación.

Estos niños, expuestos a la violencia contra sus madres, sufren graves consecuencias: estrés crónico, ansiedad, depresión, retraimiento, problemas somáticos, sociales, de conducta y de atención. Su rendimiento escolar se ve afectado, aumentando el riesgo de reprobar y desertar. Además, corren el peligro de perpetuar la violencia generacional, normalizando actitudes violentas y de desigualdad.

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Duelo

Esta tarde, en la casa de los parientes de las víctimas Ofrany Canario Montero (esposa), Santo Montero Canario (hijo) y Scarlin Mariel Román (nuera), cada llanto, cada mirada perdida, reflejaba el dolor que deja un feminicidio que trágicamente también se convirtió en un crimen múltiple. Un dolor que no cesa, que clama por justicia, que exige un cambio.

De acuerdo con el informe preliminar de la Policía Nacional, el capitán retirado de la Armada (ARD) Fabio Montero Verigüe asesinó a tiros a su esposa, hijo y nuera mientras dormían, antes de quitarse la vida. Los cuerpos fueron encontrados en sus camas, con múltiples impactos de bala.

Un segundo hijo, Andy Montero Canario, resultó herido en el ataque y fue trasladado de urgencia a un centro médico, donde recibe atención especializada.

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Tras cometer el múltiple homicidio, Montero Verigüe se dirigió a otra habitación dentro de la vivienda y se disparó en la cabeza, según informaron las autoridades.

Las investigaciones continúan en curso para esclarecer los motivos de esta tragedia familiar. Este suceso ha conmocionado a la comunidad y reabre el debate sobre la salud mental y la violencia intrafamiliar en el país.

Denunciar

La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, enérgicamente, hizo un llamado a la sociedad a no normalizar esta tragedia: «Debemos hacer una cruzada de sensibilización, no solo de las autoridades, también de las comunidades para que puedan interceder ante esta situación».

Raful destacó la efectividad de las autoridades en la ejecución de órdenes de arresto, con más de un 80% de éxito, pero insistió en la importancia de la denuncia. «Si no hay denuncia, no podemos actuar», subrayó. De los 17 casos que van en el año, 14 víctimas no habían presentado denuncias previas.

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Katherine Espino

Periodista digital. Community Manager. Locutora.

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