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¿Sabías que el duelo no hablado en niños puede dejar cicatrices para siempre?

Andrea Belen Por Andrea Belen
¿Sabías que el duelo no hablado en niños puede dejar cicatrices para siempre?
📷 ¿Sabías que el duelo no hablado en niños puede dejar cicatrices para siempre. Imagen de Victoria en Pixabay

Semanas después de la tragedia en el Jet Set,, el duelo y las palabras siguen sin encontrar abrigo con un país se todavía no sale del asombro, no solo por la magnitud de la pérdida, sino por las heridas invisibles que ha dejado en aquellos que no tuvieron voz en el caos: los niños y adolescentes que se quedaron sin sus padres. Es por ellos que hoy escribo.

Los adultos tendemos a buscar sentido, incluso en lo absurdo. Pero los niños, muchas veces, no tienen aún las herramientas para procesar lo incomprensible. Y los adolescentes, aunque aparenten tenerlas, pueden estar batallando con un torbellino interno aún más silencioso, más complejo.

Un niño pequeño puede preguntar con inocencia por qué mamá no vuelve. Un adolescente puede dejar de preguntar, pero empezar a encerrarse, a no dormir bien, a tener explosiones de rabia o a hundirse en un silencio inquietante. Ambos están sintiendo el mismo vacío, solo que de formas distintas. Y ambos necesitan ser acompañados.

Ahí, justamente ahí, donde el silencio no alcanza, es donde entra la terapia. No como una solución mágica, sino como un espacio seguro. Para el niño, será un lugar donde llorar y jugar con sentido. Para el adolescente, puede ser ese único espacio donde no se le exige que entienda, que esté bien, o que “madure” rápido. Un lugar donde simplemente pueda ser.

Te invitamos a leer: Duelo infantil luego dela tragedia de Jet Set, ¿por qué el apoyo psicológico es vital?

A los familiares: no esperen a que el duelo se vuelva trauma.

No esperen a que las noches sin dormir, los cambios de conducta, el retraimiento o la hostilidad se conviertan en parte del paisaje cotidiano. El acompañamiento psicológico no es un lujo, es un acto de amor, de prevención, de cuidado profundo. Y cuanto antes llegue, más oportunidades habrá de reconfigurar su mundo con menos cicatrices. También se hace imperativo y conveniente la terapia familiar para todos los afectados.

¿Cómo acompañar? ¿Cómo romper el hielo? ¿Cómo acercarse sin forzar? Validen todas las emociones, sin juicio: Eviten frases como “tienes que ser fuerte” o “ya no pienses en eso”. En su lugar, utilicen frases como “estoy aquí para ti”, “puedes sentir lo que necesites”, “no estás solo”.

Con los niños, usen el juego, el dibujo, los cuentos: Sus emociones muchas veces se visten de símbolos. Los terapeutas saben cómo escuchar lo que ellos no logran decir con palabras.

Con los adolescentes, abran espacio sin presión: No todos hablarán de inmediato. Pero si saben que hay un adulto dispuesto a escuchar sin juzgar, el proceso puede comenzar. Frases como: “si en algún momento quieres hablar de esto, aquí estoy”, hacen más que cien preguntas forzadas.

Sean honestos, sin crueldad, y con mucha contención: Adaptar la verdad a la edad no es mentir, es cuidar. No esperen señales evidentes de crisis para buscar ayuda profesional. A veces, lo más preocupante es precisamente lo que no se ve.

La salud mental en los niños y adolescentes es prioridad

La salud mental de nuestros niños y adolescentes debe ser prioridad nacional, familiar y comunitaria. No hay vacuna para el duelo, pero sí hay acompañamiento para que no se convierta en flagelo.

Este no es un mensaje trágico. Es un mensaje de esperanza. Porque aún en medio de la pérdida, hay algo que sí podemos hacer. Y hacerlo a tiempo puede marcar la diferencia entre una herida que desgarra y una que, con el tiempo y apoyo, cicatriza.

No les debemos solo consuelo. Les debemos compromiso, presencia, seguridad emocional. Les debemos espacios donde su dolor no se vuelva destino.

Llevémoslos a terapia. No porque estén rotos, sino porque su dolor necesita un lugar donde pueda ser cuidado.


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Andrea Belen

Psicóloga Clínica, Terapeuta Familiar Sistemática y Terapeuta Sexual y de Pareja, Directora del Centro Calma Alma

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