El drama de Miguel Tejada

El drama de Miguel Tejada

El drama de Miguel Tejada

Dimaggio Abreu.

El retirado beisbolista Miguel Tejada fue apresado el jueves 17 del corriente noviembre en el aeropuerto de las Américas José Francisco Peña Gómez, cuando intentó abordar un vuelo hacia Estados Unidos.

Al menos un medio confirmó que un juez emitió una orden de captura contra el llamado “Pelotero de la Patria”, por una presunta emisión de cheque sin fondos en perjuicio de un abogado. Por tal razón, en 2019 fue condenado a un año de prisión suspendida.

Sin embargo, en un comunicado por medio de sus abogados, Tejada alegó ser víctima de “persecución, extorsión y estafa” por el abogado Henry Soto, con quien niega haber realizado negocios ni tener deudas pendientes por servicios profesionales.

Informaciones más recientes dan cuenta de que Tejada tiene cuatro casos, uno de ellos una deuda por 20 millones de pesos y uno que ya toca lo penal que agravan su situación.

Independiente de su aparente estado de banca rota, por las situaciones que fueran, sí hay la percepción de que Miguel Tejada ha sido víctima de una mezcla de factores que lo llevaron a dilapidar la porción de los 96 millones de dólares (restando los impuestos) que indican sus contratos totales como jugador de Grandes Ligas.

Entre esos factores se citan la falta de asesoramiento, como en la compra por US$3 millones del equipo Gigantes del Cibao, mientras estaba activo en la pelota invernal, lo cual vedan los reglamentos de LIDOM; la apropiación de sus bienes por personas allegadas; así como el derroche a manos sueltas dada su enorme bonhomía.

El drama que vive Tejada, humillación incluida, se convierte en tema de carácter humano que trasciende al mero medio deportivo, por todo lo que dio con lo único que sabía hacer: jugar al béisbol en Estados Unidos, en la liga invernal y su entrega en la Serie del Caribe y el Clásico Mundial.

Recordamos muy fresco la pretemporada de 2000 en Arizona. Una mañana, mientras Jason Giambi soltaba cohetazos sobre la verja del jardín derecho en práctica de bateo de Oakland en el Estadio Municipal de Phoenix, Miguel nos declaraba que el siguiente invierno no actuaría con las Águilas.

Alegaba que tenía años jugando unos 200 partidos: alrededor de 162 de MLB, parte de la serie regular en RD, el Round Robin, la mayoría de las finales y la Serie del Caribe.

Vale decir que Tejada no se resistió y siguió el mismo ritmo, porque lo suyo era amor puro por la pelota (no especialmente por aguilucho, pues se dice que es liceísta), juego al que se entregó con gran pasión y profesionalidad.

En un acto de solidaridad, que en verdad merece, colegas peloteros como David Ortiz y otras personalidades se han mostrado dispuestos a cubrir la supuesta deuda de Tejada con la persona citada, pero sus abogados han alegado que aceptarlo sería admitir una falta que niegan. Pero como se señaló antes, parece tener otros casos más graves.

Miguel Tejada habría no bien administrado una fortuna de unos 60 millones de dólares ganados (después de impuestos en USA), pero NO es un tipo malo, es esencialmente bueno, dadivoso, que con su entrega se ganó el cariño del pueblo dominicano, tanto, que lo calificó como el “Pelotero de la Patria”. Su drama parece muy complicado. Pedimos compasión para con Miguel Tejada.