El doble peso del dolor por Jet set: sociedad llora la pérdida de vidas y de su capital humano
Santo Domingo.- El país continúa sumido en el luto tras el trágico accidente en la discoteca Jet Set, que cobró la vida de 226 personas. Pero más allá del dolor, esta pérdida encierra un impacto profundo y menos visible: el golpe irreparable del capital humano de República Dominicana.
Así lo expresó el sociólogo Cándido Mercedes, quien alertó sobre el “doble peso del duelo” que enfrenta la sociedad: el sufrimiento por la muerte de decenas de ciudadanos y, al mismo tiempo, la pérdida de talento en plena etapa productiva, que tomará generaciones reconstruir.
“Estamos hablando de seres humanos con competencias técnicas, con educación, con experiencia. Murieron más de 40 ingenieros, más de 20 banqueros, siete médicos, abogados, empresarios y profesores universitarios”, manifestó Mercedes.
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Según explicó, el promedio de edad de las víctimas que dejó la tragedia del Jet Set rondaba los 40 años, lo que indica que se encontraban en el punto más alto de su vida productiva y profesional.
“Eso es capital humano: conocimiento, habilidades y experiencia acumuladas. En un país donde uno de los grandes déficits es precisamente el capital humano, perder a estas personas representa una herida que no se cerrará fácilmente”, afirmó.
Mercedes evitó encasillar su análisis en un enfoque clasista, por lo que subrayó que cada vida tiene un valor intrínseco e igual ante los ojos de Dios, pero recalcó que desde la perspectiva del desarrollo social y económico, no todas las pérdidas tienen el mismo peso para el progreso colectivo.
“Formar a una persona con ese nivel de competencias toma mínimo 20 o 25 años. Y eso, si se logra. Hay personas que ya eran líderes comunitarios, gerentes de áreas digitales, jueces, profesores de maestría; personas que no se reemplazan de la noche a la mañana”, añadió el sociólogo.
Para el sociólogo, este acontecimiento marca uno de los eventos más trágicos en República Dominicana, no solo por el número de fallecidos, sino por el simbolismo del capital perdido. Un detrimento que, insiste, fue evitable.
“No fue un terremoto, no fue un huracán. Fue algo que se pudo evitar. Y por eso el proceso de duelo es más profundo, más difícil. Psicológicamente, las personas afectadas deben transitar por las cinco etapas del duelo, pero muchas necesitarán apoyo profesional para lograrlo”, comentó, haciendo referencia al modelo de Elisabeth Kübler-Ross.

Problema social
La tragedia también deja al descubierto una problemática estructural: la fuga de talentos. Mercedes advirtió que muchos jóvenes brillantes optan por emigrar debido a la falta de oportunidades y remuneraciones dignas en el país.
“Aquí una persona políglota, con dos maestrías, gana 50 mil pesos. En Canadá o Alemania gana tres veces más, y en meses tiene casa y carro. Aquí dura 30 años para lograr eso. Entonces, se van. Y cuando se van, se llevan consigo el capital humano que tanto nos cuesta formar”, lamentó.
Para Mercedes, esta catástrofe no solo deja dolor, sino también una advertencia urgente: la necesidad de cuidar, valorar y retener el talento.
“La sociedad dominicana ha perdido un capital humano que tardará décadas en recuperar. Ojalá esta tragedia sirva para cambiar el rumbo”, concluyó.
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