El diagnóstico precoz del cáncer de pulmón es responsabilidad de todos

El diagnóstico precoz del cáncer de pulmón es responsabilidad de todos

El diagnóstico precoz del cáncer de pulmón es responsabilidad de todos

El cáncer de pulmón empieza cuando algunas de las células que conforman este órgano crecen de forma desordenada y sin control, debido a un daño en su material genético.
Los tumores son el resultado del cúmulo de estas células que pueden crecer de forma local (pulmón) o invadir otros órganos (metástasis).

El cáncer de pulmón suele no producir ningún síntoma hasta bien avanzada la enfermedad. Otras veces puede presentar síntomas comunes a otras enfermedades y tardar tiempo en atribuirse estos síntomas al cáncer.

El doctor Ramón Toribio, neumólogo de los Centros de Diagnóstico, Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat) asegura que entre los síntomas frecuentes están la tos persistente o crónica, que puede asociar la expectoración de sangre o de mocos. La aparición de dolor en el pecho con los movimientos respiratorios y la disnea o dificultad para respirar.

Asimismo, las infecciones respiratorias como la neumonía, que no mejoran tras realizar el tratamiento adecuado, pueden ser síntomas de esta enfermedad, asegura el neumólogo. Expresa que puede asociarse la ronquera o cambios en el tono de la voz.

En algunas ocasiones, los síntomas que se presentan son generalizados como el cansancio, dolor de huesos, pérdida de apetito, pérdida de peso, fiebre persistente sin un origen claro.

Factores de riesgo
Se conocen algunos factores de riesgo relacionados con la aparición de cáncer de pulmón, pero no son causantes exclusivos, por eso algunas personas con factores de riesgo conocidos, no desarrollan nunca la enfermedad y otras, sin aparentes factores la desarrollan (mutaciones o cambios en los genes de causa no conocida).

El principal factor de riesgo es el tabaco. El humo del tabaco daña el material genético de las células pulmonares, dice Toribio e insiste en que, por ello, la exposición regular al humo del tabaco puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer, incluso en fumadores pasivos.

El tabaquismo es una enfermedad adictiva crónica; en el 80 por ciento de los casos se inicia antes de los 20 años de edad, y se mantiene debido a la dependencia que produce la nicotina.

En el humo de los cigarrillos hay más de 600 productos tóxicos, de los cuales unos 40 pueden producir cáncer.

El cigarrillo electrónico no es inocuo, el líquido con el que se cargan contiene propilenglicol y glicerina, sustancias asociadas a toxicidad pulmonar, analiza
Para el neumólogo de Cedimat el vapor de los cigarrillos electrónicos presenta sustancias químicas que pueden suponer un riesgo para la salud como el formaldehído, acetaldehído y acroleínas.

Otros factores de riesgo, son la exposición a contaminación ambiental, radiaciones ionizantes, fibras de asbesto y gas radón.

Un comité
Cuando en un paciente se presenta la sospecha de cáncer de pulmón son muchos los profesionales de distintas especialidades que van a participar, tanto en el diagnóstico como en la aplicación del tratamiento.

Una buena coordinación entre los distintos especialistas implicados permite hacer este proceso más efectivo. Para mejorar la coordinación y toma de decisiones, se realizan reuniones de trabajo que se llaman Comités de Tumores o Grupos Multidisciplinares.
El especialista asegura que Cedimat cuenta con un Comité de Tumores para el manejo del cáncer.

Tratamiento
El tratamiento del cáncer de pulmón se basa en tres pilares fundamentales: cirugía, quimioterapia y radioterapia. Según el tipo de tumor y su situación en el momento del diagnóstico (estadio), el mejor tratamiento para cada paciente podrá ser solo uno de ellos, la combinación de dos o los tres tipos de terapia, asegura Toribio e insiste en que a estos tratamientos se pueden añadir otros para mejorar la calidad de vida del paciente (control del dolor, uso de oxígeno en casa, soporte nutricional, terapia física, grupos de apoyo, terapia psicológica, entre otros).

Un reto
Vivir con una enfermedad grave, como el cáncer de pulmón, es un reto. Una vez superados los aspectos del diagnóstico y tratamiento inicial, el paciente debe sobreponerse a los aspectos tanto emocionales como prácticos de su enfermedad.
Asegura el facultativo: “No estamos solos después de un diagnóstico de cáncer.

El paciente cuenta con sus seres queridos y todo un equipo de profesionales que le ayudarán a mantener, día a día, una buena calidad de vida, así como conseguir los mejores resultados”.

Por su parte, el paciente debe cumplir con el tratamiento indicado y mantener una vida lo más normal y activa posible. La actitud positiva y las ganas de luchar son fundamentales y serán posibles con la ayuda de todos.

Realidad

—Diagnóstico
El cáncer de pulmón es la causa más frecuente de muerte por cáncer, ya que se suele diagnosticar en estadios avanzados. Un diagnóstico en estadios iniciales puede permitir la curación o su control, con el consecuente aumento de la supervivencia.

Mejorando la calidad vida

En la mayoría de los casos existen tratamientos que permiten controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

La responsabilidad es de todos, y con esto nos referimos a los pacientes, porque deben evitar el tabaquismo, dejar de fumar, acudir de forma periódica a controles médicos, aun sin tener síntomas, y sobre todo los que tienen factores de riesgo.

Los médicos que deben identificar de forma temprana a los pacientes con factores de riesgo y así dar las recomendaciones oportunas, y no menos importante es responsabilidad del sistema de salud que debe facilitar de forma universal el acceso a los métodos de prevención, diagnóstico y tratamientos.



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