Hemos sido testigos de una dosis de realidad insospechada.

Mientras muchos creíamos que por las líricas de sus raps y denbows podríamos diagnosticar la capacidad de análisis de toda una generación, esa generación nos ha dejado boquiabiertos trazando meridianamente sus ideales.

Sé que no estaba solo cuando por un momento pensé que convocar en la plaza de la bandera era perder el tiempo, más aún cuando originalmente solo se dieron cita un puñado de personas.

Pero luego vino la sorpresa, habíamos olvidado el impacto de las redes sociales. Las mismas redes sociales que le dieron un tapa boca a un joven cómico cuando quiso crear división entre los que allá se daban cita, mientras por otro lado alimentaban el descontento por el triste espectáculo del 16 de febrero.

Y comenzó el despliegue de los jóvenes:

Los cartelones de protesta rudimentarios pero con mensajes finamente elaborados que expresaban patriotismo, junto a otros que mostraban cinismo, humor y vulgaridades muy ciertas.

Los slogans de protesta, al unísono, defendiendo el derecho a votar en elecciones limpias y transparentes, junto con reclamos de que no se tolerarán elecciones amañadas.

Las canciones que se multiplicaban por hora, todas expresando descontento con la situación que atraviesa República Dominicana, violines que acariciaban nuestros tímpanos.

El espíritu combativo demostrado al aumentar el número de asistentes a la convocatoria, una vez que fueron atacados con bombas lacrimógenas.

Y lo más demoledor, la misiva entregada con sus acciones de que están cansados de políticos corruptos y mentirosos.

Hay muchos apostando a que todo esto se disuelve, y créanme eso es lo de menos. Los jóvenes nos acaban de demostrar que no los conocíamos, y que ellos son capaces de hacer girar la balanza electoral.

Me los imagino adaptando a Bad Bunny a lo que sienten con las autoridades de turno:

“En mi corazón ya tú no eres la que manda

Se acabó, por ti ya no siento nada

De nuestra serie ya no salen temporadas

Así que vete lejos, dile al diablo que te envié el pin

Hace tiempo que no somos un team”

Eso, lo aprendí el día que la juventud despertó.