El Día del Trabajador encuentra a más de 800,000 empleados dominicanos suspendidos

El Día del Trabajador encuentra a más de 800,000 empleados dominicanos suspendidos

El Día del Trabajador encuentra a más de 800,000 empleados dominicanos suspendidos

Rafael -Pepe- Abreu, presidente de la CNUS. Foto de archivo.

SANTO DOMINGO.-El Día Internacional del Trabajador encuentra a 800,000 dominicanos con trabajos formales suspendidos, y casi un millón de personas que han perdido sus empleos informales debido al coronavirus.

Este es el panorama que describe el presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical, Rafael- Pepe-Abreu, quien advierte que la situación de los empleados ha generado que ni siquiera el sustento que reciben del Gobierno los ayude a sustentar la canasta familiar.

En ese sentido Abreu explicó que el programa Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (Fase) que paga 5,000 pesos que va dirigido a un grupo de trabajadores cuyas empresas están laborando y tienes otra parte, el programa Fase II que son los 8,500 pesos para aquellas empresas que están en la etapa de suspensión total temporal, pero ahora ninguna de estas dos modalidades de subsidios cubre la mitad del costo de la canasta familiar, ya que el quintil número uno es alrededor de los 15,000 pesos que es el sector más pobre.

Lo que quiere decir, acotó Abreu, que esos trabajadores están replegados no importa la categoría ni el salario que tengan, lo que reciben no les alcanza para comprar los productos de la canasta más pobre, si acaso les da para la mitad.

“Cuando se cumpla ese proceso de suspensión y los trabajadores demanden su reintegro, los empresarios van a decir que no están listos para el reintegro porque el turismo no se ha recuperado, la zona franca no se ha recuperado y otras áreas también no han sido recuperadas y por tanto no están en condiciones de reintegrarlos”, dijo Abreu al ser entrevistado en el programa Cuentas Claras que se transmite de lunes a viernes por La Nota, 95.7 FM en horario de siete a nueve de la mañana.

Para Pepe Abreu, cuando no se está en condiciones de reintegro, el empresario va a pedir una prórroga de la suspensión y ahí se va a crear un gran problema porque los trabajadores no podrán soportar una suspensión que vaya mas allá de 90 días en las actuales condiciones. Con ello vendrán las exigencias de los trabajadores “yo quiero que me liquiden”

Dicha acción traerá como consecuencia por parte del sector empresarial de que no podrán liquidar porque no tienen los fondos para hacer una liquidación masiva, ahí vendrán los momentos de choque que puede resultar altamente peligrosos.

“Por eso estoy advirtiendo para que tanto el Gobierno como el empresariado piensen en esto, porque vencido este plazo de los 90 días, entonces habrá que hacer algo”, enfatizó el sindicalista.

Sobre los fondos de pensiones

Pepe Abreu está en desacuerdo con el proyecto de Ley para que los trabajadores retiren el 30% de los fondos acumulados por ellos en las AFP, por considerar que los trabajadores no pueden sacrificar su pensión por la situación actual.

Explicó que es un momento para exigirle sacrificio al que tiene más, no al que no tiene nada.

«El trabajador en este aso no tiene nada que aportar en ese aspecto monetario. Lo que planteamos es que lo que se está planteando en el proyecto de Ley cambie hacia la visión que tenemos en ese sentido de que las AFP aporten un bono cargado a las utilidades que tuvieron esas aseguradoras», explicó.

Eso, según Pepe Abreu, para que los trabajadores tengan una compensación.

¿Qué ha pasado con el movimiento sindical dominicano?

El cambio de la economía, así como la ideología de los sindicatos ha cambiado, pero en cada circunstancia el movimiento sindical debe adaptarse, dijo Abreu.

El teletrabajo

Explicó que en el pasado encuentro mundial de los sindicatos, los sindicalistas alemanes estaban preocupados porque las empresas estaban sustituyendo a sus mejores trabajadores por robots o por personas de menor nivel, pero que dominaran los utensilios automatizados.

Sin embargo, enfatizó que por más que se automatice siempre tendrá que haber trabajo porque de lo contrario tampoco habrá consumo.

“Los robots podrán construir todos los bienes, pero quién los va a comprar. La modernización del trabajo destruiría el sistema de seguridad social y el funcionamiento de la esencia del capitalismo. Habrá trabajos que desaparecerán, pero serán sustituido por otros», indicó Pepe Abreu.



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