El desmembramiento y la distorsión Institucional, es un hecho

El desmembramiento y la distorsión Institucional, es un hecho

El desmembramiento y la distorsión  Institucional, es un hecho

Rafael Ramírez Ferreira

Aconséjale; si no escucha,

Que la adversidad le enseñe.

Aforismo japonés.

Han sentido alguna vez que el pensamiento divaga como barco a la deriva, sin norte fijo, sujeto al capricho de los vientos o sin un tema central, que en una lo lleva a un bello poema o lo hunde en el más fétido de los pozos, pues así estamos ahora, entre pájaros, prostitutas y políticos, sin que se escape el tema farandulero.

Pero, el tema de moda lo trataremos después, es decir el de las “trabajadoras y trabajadores sexuales” con todos sus afluentes. Quizás muchos se ven traicionados por su alter ego y ante determinada carencia de autoridad moral se explayan y logran imponer sus criterios teóricos, que por demás siempre han sido un fracaso al poco tiempo de ponerlos en práctica.

Por nuestra parte no hay problema, porque “la consecuencia de no pertenecer a ningún partido, será que los molestare a todos”.Esto es, no me gusta, considero que algo no está bien y simplemente lo manifiesto con todo mi derecho, el mismo que tienen algunos para detener y hacer retroceder la institucionalidad dentro de las organizaciones que nos pertenecen a todos.

Es el caso, por ejemplo, del asunto militar o policial que muchos se han encargado de hacerlo un tema tabú,el cual en ocasiones, por amistad o supuesta amistad callamos,  porque al fin y al cabo, los mandos militares solo son marionetas manejados por los titiriteros políticos. Si, esos mismos pendejos que los utilizan como bueyes narigoneados y que en el momento que los estamentos necesitan de su apoyo –como el del presupuesto anual-, se les viran como buñuelos en aceite caliente.

El descaro ha llegado a tal grado, que hasta comediantes, bufones, y presumidos faranduleros, cancelan, ascienden o ponen en posiciones de mando a sus alabarderos, guardaespaldaso escuderos que les sirven o han servido como abre puertas o celestinos.

A todo esto, aquel que tenga dudas, que verifique quienes ocupan las principales posiciones de mando y se asombraran de a quienes han servido o quiénes son sus padrinos “mágicos”. Esto sin hablar del desacreditado Cuerpo de Ayudantes para cuyos miembros no existe escalafón alguno.

Para complacer a los políticos, plumas vendidas y altavoces al servicio del poder de turno, mandos peleles y espalderos en posiciones de mando, han continuado con la desgraciada política de dispersar la fuerza, en vez de concentrar la misma para su debida proyección.

No ha existido la voluntad política que permita erradicar la estructura organizacional existente desde cuando la “Era eraEra”.

Los puestos y destacamentos proliferan como la verdolaga, en vez de ser concentrados. La fuerza se dispersa, lo que trae por consecuencia la falta de entrenamiento, la indisciplina, la ineficiencia operacional y sobre todo, la maldita corrupción.

Se continúa con operativos saturando áreas con personal sin entrenamiento, que no conoce sus obligaciones y que solo producen un efecto o imagen que normalmente dura menos que una cucaracha en un gallinero.

Con estos operativos, -por demás muy caros- se cualqueriza la autoridad, se le quita la majestuosidad a la misma, todo lo cual trae por consecuencia que se pierda el respeto de la ciudadanía y el pavoneo impune de la delincuencia ante una autoridad sin la más mínima condición para imponer respeto.

La disciplina se esfuma y el militar lo convierten en un mal policía, entonces, ni fu ni fa. Producto de esta genuflexión ante la clase política y farandulera y de las organizaciones cumplir con sus obligaciones, han surgido, creadas como por arte de magia y acompañadas de unas absurdas y pendejas justificaciones, una serie de “parásitos”, – especie de grupos para militares-, supuestamente especializadas, que han llevado a pensar, que las instituciones han perdido su razón de ser.

Es inconcebible, doloroso y vergonzoso el ver cómo han proliferado las unidades policiaco-militar bajo el mando de instituciones civiles, aun se quiera justificar con argumentos vacíos, aun se quiera, reiteramos, justificar con eufemismos, porque ya más bien, son organismos paramilitares.

¡No j….s! y esto, por otra parte, sin profundizar lo suficiente  en la moral y el pedigrí de muchos que ejercen el mando en organismos sensibles, tanto en lo militar como en lo policial, cuyo mayor mérito ha sido ser alabarderos o espalderoslambones de algún político, militar o farandulero. Otra vez…¡No J….s! ¡Si señor!

E-mail;rafaelpiloto1@hotmail.com

Twitter:@rafaelpiloto01

 



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