El Partido de la Liberación Dominicana se está convirtiendo en reincidente en asumir posturas desafiantes frente a disposiciones que en el marco de la ley asume la Junta Central Electoral.
Es como si hubiera decidido desconocer la autoridad de la Junta, hacer lo que le plazca y amenazar con desacato cuando no les convengan las decisiones adoptadas dentro del marco de lo que la ley le permite al órgano electoral. Una actitud similar fue la que llevó al PLD, cuando era mayoría congresional, a imponer unas leyes de partido y electoral absurdas y llenas de imperfecciones.
Desconocieron las opiniones de todo el que veía el peligro y el daño que se le hacía al sistema electoral y a la propia Junta.
Ahora ha querido crear un ambiente de subordinación por la resolución de la Junta en el que establece que las reservas de candidaturas es el 20 % por cada nivel de elección, lo que sin duda corresponde al espíritu de la ley, una sentencia del Tribunal Superior Electoral del 2019 y el criterio que se implementó en los comicios de 2020.