De acuerdo a informes del mes pasado —según datos oficiales de Salud Pública—, durante el año, las provincias con mayor número de casos confirmados de dengue corresponde a Santiago, con 146; Santo Domingo, con 110 y San Cristóbal con 104 casos.
Una vez más las autoridades del área de la salud quieren jugar con las palabras para no admitir que estamos atravesando un periodo impresionante en la merma de la salud.
Se hablará de alerta epidemiológica cuando pasemos a un registro sin precedentes de muertes por dengue. A los hospitales y clínicas privadas llega a diario una cantidad importante de pacientes con los síntomas.
Todo indica que volvemos a un punto de origen con una impresionante cantidad de pacientes afectados por el dengue.
No contamos, desafortunadamente, con un sistema totalmente efectivo de blindaje contra este flagelo, y periódicamente nos vemos bajo esta inquietante amenaza. Sobre todo, los más afectados son los habitantes de los barrios más vulnerables.
De nuevo los ayuntamientos vuelven a implementar como plan de emergencia lo que deben hacer como una norma, todos los días: un operativo de limpieza y fumigación en todos los barrios más vulnerables de las ciudades, en coordinación con importantes ministerios, entre ellos Salud Pública, Educación y Defensa, con el objetivo de combatir el dengue y otras enfermedades.
Estamos transitando un tramo sensible y epidémico del dengue; y, según las autoridades de Salud, es a partir de la segunda mitad del año cuando se registra un mayor incremento de casos. Muchos casos corresponden a niños entre los 5 a 9 años.
Las familias dominicanas no deben esperar. Tienen el compromiso de convertirse en el mejores guardianes de la salud de los niños, ancianos y adolescentes. Tienen que redoblar las labores de limpieza y recogida de escombros en patios y solares baldíos, con un propósito preventivo. De esta forma se eliminan criaderos del mosquito transmisor del dengue.