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Más allá del ruido: el dembow como testimonio incómodo de un país real

el dembow en capotillo
Rechazado por las élites y las instituciones, este ritmo nacido en barrios como Capotillo no busca aprobación. Alexis Monegro.

Entre callejones, techos de zinc y celulares con micrófonos, una generación ha encontrado su megáfono en el dembow.

Santo Domingo.- En el transcurso de la historia la música ha sabido ser el lenguaje de los pueblos, refugios de los que no encuentran lugar en el discurso institucional ni acceso a la expresión social. Así han surgido ritmos, que incluso hoy forma parte de las bellas artes, pero que en el pasado eran vistos con desprecio.

El merengue y la bachata tuvieron que romper muchos obstáculos, incluyendo el desdén social porque eran vistos como algo de la periferia, hasta que con el tiempo se han convertido en los ritmos distintivos de República Dominicana.

Ambos ritmos en sus inicios fueron marginales, incluso objeto de grandes críticas por el uso de lo que se conocía como “doble sentido”, que no llegaba a la vulgaridad, pero si sobrepasaba los niveles de picardía que la sociedad de entonces soportaba como aceptable.

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El dembow en la actualidad recorre el mismo camino de crítica y desprecio, mientras crece y se expande en el gusto de una generación a la que poco le importan las formas.


Rechazado por amplios sectores de la clase media y las elites culturales debido a la narrativa irreverente, directa y sin filtros de una juventud marginada que ha encontrado en este ritmo su espejo, su trinchera y su megáfono.


Las letras despachadas sin estéticas, como se dicen en los callejones. Nace y se desarrolla en los barrios populares, entre caseríos y techos de zinc, donde escasean las oportunidades, la educación formal y la movilidad social.


En ese contexto, los jóvenes han aprendido a hacerse visibles con los medios a su alcance: un celular, un beat descargado, una lírica que tal vez no pase por la sintaxis culta, pero que pulsa con la urgencia de una realidad bruta


Eso explica que de un barrio como Capotillo hayan salido varios exponentes del dembow como son Chimbala (Laury José Tejada Brito), Yomel el Meloso (Christopher Hernández) y aunque el controversial Onguito Wa es de Villas Agrícolas, se ha vinculado al colindante capotillo o Kiko el Crazy (Kiko Alberto Ruiz), nacido en otro barrio pero con gran impacto en Capotillo.

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José P. Monegro

Periodista dominicano. Director del Periódico El Día.

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