Alguien pudiera estar preguntándose, ¿para qué sirve un censo? Y como desde hoy hasta el próximo día 23 estará siendo aplicado en todo el país el correspondiente al año 2020, la respuesta de esta interrogante es pertinente.
En el presente, es útil para conocer la cantidad de personas que habitan un territorio, ingresos, condiciones materiales, grupos de edad y la forma en que está distribuida la población.
Si se trata de un censo antiguo, sirve para conocer en detalles cómo vivía la gente, las condiciones y características sociales de la época y lo que tenían para la vida.
En caso de que se cuente con una secuencia censal, es un instrumento útil para establecer las tasas de crecimiento, movimiento de la población, hacia dónde y cuáles han sido las consecuencias de esos desplazamientos.
Con un censo de datos actuales pueden ser afincadas sobre bases firmes las políticas públicas y con la combinación de censos viejos y por lo menos uno actual se pueden aplicar soluciones de fondo a males que amenazan el futuro de una nación.
En el portal de la Oficina Nacional de Estadísticas, al que se puede acceder con sólo escribir la dirección one.gob.do en un buscador de internet, se encuentra una proyección de la población dominicana, estimada sobre la base de censos anteriores. Según esta estimación, el país tiene 10 millones 448 mil 449 habitantes, pero este dato no es suficiente.
El censo permite dar una cifra, como la referida, pero con datos firmes sobre edad de la gente, lo que hace, niveles de educación, si tiene vivienda y su calidad, servicios, empleo y distribución demográfica. Toda esta es información de calidad para establecer el estado de la nación y aplicar las políticas para fortalecer allí donde se necesita y llevar a donde no hay.
Un censo está hecho de información para ser publicada, no genera derechos, pero está acompañado de un deber: el de abrir nuestras puertas. Recibamos al personal de la ONE.